A pesar de que la ciencia no deja de avanzar día tras día, todavía queda mucho por descubrir sobre los infartos cerebrales, un problema que cada día afecta a más personas y que son capaces de producir daños en el cerebro de forma irreversible. Sufrir un ictus es lo mismo que sufrir un ataque al corazón.
Este problema sucede cuando el riego sanguíneo de alguna parte de nuestro cerebro se ve interrumpido, provocando que nuestro cuerpo sea incapaz de funcionar con total normalidad. La parte afectada corre el riesgo de morir, ya que ese órgano necesita un flujo constante de oxígenos para poder funcionar de forma correcta.
Pero no todo son malas noticias, ya que existen una serie de síntomas que suelen predecir este hecho como por ejemplo la presión arterial alta o fuertes dolores de cabeza.
Cabe señalar que estos síntomas se dan en una de cada cinco personas que sufren esta patología, por lo que no está de más conocer cuáles son por si algún día pueden salvarte la vida. Aunque los síntomas suelen aparecer de manera repentina, la mayoría de personas suele sentir que algo no va bien en su cuerpo antes de sufrir un ictus o infarto cerebral.
El hecho de tener la presión sanguínea alta está directamente relacionado con infartos o hemorragias cerebrales, a pesar de que no crea ninguna sensación externa que nos permita notar este aumento de presión.
Al tener la presión alta, los vasos sanguíneos de nuestro cerebro se estrechan, se rompen o incluso pierden sangre. Por eso mismo, es conveniente realizarse chequeos médicos de forma regular para poder detectar este tipo de síntomas y poner remedio a este peligroso detonante de infartos.
El hecho de que un vaso sanguíneo sangre puede provocar que sintamos el cuello rígido. Si no eres capaz de tocar tu pecho con la barbilla y sientes un fuerte dolor de cabeza, ves directamente al hospital porque lo más seguro es que estés a punto de sufrir un ictus.
Si en el momento que estás caminando notas como arrastras los pies es porque sientes debilidad o una especie de parálisis que limita tu capacidad para levantar la parte frontal de tus pies. Este hecho puede producirse por un problema en el nervio que va desde la rodilla hasta el pie.
Aunque parezca una tontería, porque todo el mundo sufre a veces dolores de cabeza, si este hecho nos impide realizar nuestro día a día sin ninguna causa aparente, podría ser el síntoma que precede a un ataque cerebral. Por tanto, alerta con este caso.
La parálisis de una de las partes de nuestro cuerpo puede ser una señal que nos avisa que podemos sufrir un ictus. Este síntoma es muy frecuente cuando alguien sufre un infarto durante la noche, aunque también puede suceder de día a pesar de ser menos frecuente. El hecho de sentir una pequeña parálisis en un lado de nuestro cuerpo que nos dificulte el habla es sin duda una señal que no debe ser nunca ignorada y que debemos consultar con el especialista de forma inmediata. Este es uno de los síntomas más claros de que estamos a punto de sufrir un ictus.
Un infarto cerebral puede provocar de forma inmediata problemas en la visión. La visión borrosa o incluso la doble puede darse lugar cuando estamos a punto de sufrir un ictus. Alrededor del 40% de estas víctimas afirmaron tener visión borrosa momentos antes de sufrir un ataque al corazón. Aunque no es el síntoma más común, no se debe ignorar nunca.
Algunas personas sienten un dolor muy fuerte en la zona de los hombros instantes antes de sufrir un ataque al corazón, aunque no le pasa a la mayoría de personas.
Uno de los síntomas más comunes es sentir cansancio extremo de repente. Las personas que sufren este problema tienen la necesidad de dormir todo el tiempo e incluso pueden llegar a quedarse inconscientes. Una sensación de debilidad o fatiga puede parecer de forma repentina antes de sufrir un ictus. Este hecho podría producirse por la incapacidad de nuestro cerebro de controlar el cuerpo con total normalidad.
El Departamento de Salud recomienda hacer este rápido test con el que podremos saber de forma aproximada si tenemos posibilidad de sufrir un infarto. Es muy sencillo de recordar, ya que cada uno de los pasos equivalen a cada una de las letras que forma la palabra ‘FAST’ (rápido).
F: Face (Cara). ¿Sientes un lado de la cara paralizada o caída?
A: Arm (Brazo). ¿Puede levantar ambos brazos sin dificultad, sin sentir debilidad en alguno de ellos?
S: Speech (Habla). ¿Tienes dificultades para hablar o dices cosas sin sentido?
T: Time (Tiempo). ¡El tiempo es muy importante en estos casos! ¡Llama inmediatamente a una ambulancia si notas alguno de estos síntomas!