El cáncer de pulmón es una de las enfermedades más conocidas a nivel mundial. Asimismo, se calcula que provoca, cada año, el fallecimiento de 25.000 personas solo en España.
La elevada cifra de muertes que provoca convierte a este tipo de cáncer en el tumor con mayor tasa de mortalidad en nuestro país. Además, junto al de hígado, de páncreas y el de esófago es el que peor pronóstico presenta.
Por otro lado, junto al cáncer colorrectal, el de próstata y el de mama, también es uno de los más frecuentes. Para que te hagas una idea, se diagnostica, de forma anual, 30. 000 los nuevos casos.
El cáncer de pulmón se desarrolla de forma singular en cada persona
Una de las cosas que hay que tener claras sobre el cáncer de pulmón es que sus síntomas se pueden presentar de manera diferente según la persona, por lo que no todos los pacientes experimentan el mismo cuadro clínico.
Por un lado, algunos pacientes presentan síntomas respiratorios o en relación con los pulmones. Otros, en su caso, pueden ver cómo este tipo de cáncer se ha extendido y ha afectado a diversas partes del cuerpo, algo conocido como la metástasis.
En este último caso, puede tener la capacidad de provocar síntomas en otros órganos específicos. Además, algunas personas que lo padecen tan solo muestran malestar general.
En la mayoría de los casos, es importante saber que el cáncer de pulmón no presenta ningún tipo de síntoma hasta que se encuentra en una etapa avanzada, por lo que muchos casos se diagnostican tardíamente.
Estos son los síntomas más frecuentes
Una vez que tenemos esto claro, sí existen algunos tipos de síntomas más frecuentes que se relacionan de forma directa con el cáncer de pulmón. En primer lugar, uno de ellos es la aparición de una tos que no cesa o que incluso empeora, así como la presencia de una tos con sangre o esputo de color metálico y oxidado.
Por otro lado, es común el dolor en el pecho que puede empeorar con respiraciones profundas o cuando se tose o se ríe. Otros síntomas son la ronquera, la pérdida del apetito o pérdida de peso inexplicable, así como dificultad para respirar.
Por último, algunos pacientes experimentan cansancio o debilidad, ciertas infecciones como la neumonía o la bronquitis recurrentes, así como nuevo y molesto silbido en el pecho.
En muchos casos, lo más probable es que todos estos síntomas tengan una causa diferente al cáncer de pulmón. Sin embargo, en el caso de presentar alguno de ellos, es de vital importancia consultar con un experto médico.
Otros cambios que pueden indicar cáncer de pulmón
En el caso de que el cáncer de pulmón termine propagándose a otras partes del cuerpo, puede provocar otro tipo de síntomas. Por ejemplo, dolor en los huesos, como en la espalda o la cadera.
También puede producir alteraciones en el sistema nervioso, como adormecimiento de algunas partes del cuerpo, dolor de cabeza, mareos o convulsiones, siendo esto último causa de su propagación en el cerebro.
Por otro lado, puede ocasionar coloración de tono amarillento en piel y ojos, en el caso de que se haya extendido al hígado. Asimismo, puede provocar hinchazón de los ganglios linfáticos.
Qué hacer en caso de detectar algún síntoma
Todos estos síntomas que hemos mencionado también pueden darse como causa de muchas otras enfermedades. Por ello, es importante que, en caso de presentar alguno de ellos, se consulte lo antes posible con un médico.
Aunque el cáncer de pulmón suela presentar síntomas cuando se ha propagado, hay ocasiones en las que los pacientes presentan síntomas cuando el tumor está en una fase temprana.
Por todo ello, hay que acudir al médico nada más notar alguno de los síntomas. De este modo, es probable que el cáncer de pulmón se diagnostique pronto y las posibilidades de atajarlo aumenten.