Algunas personas nacen con la suerte de tener una salud capilar impecable. Otras, sin embargo, ven como su melena sufre cambios en determinadas estaciones del año. Y por último las hay que, inevitablemente, se deben enfrentar a una pérdida de cabello que ya no podrán recuperar.
En cualquiera de estos casos, la genética, junto con otros factores, juegan un papel determinante. Sin embargo, es posible tener una previsión de estas situaciones, ya que nuestro cuerpo muchas veces nos envía algunas señales.
¿Es posible saber si me voy a quedar calvo en un futuro?
La alopecia es un problema que afecta y preocupa a miles de personas en todo el mundo. La pérdida de cabello (conocida coloquialmente como calvicie) puede afectar varias zonas del cuerpo, dependiendo del tipo de alopecia que se trate.
Lo que está claro es que, sea cual sea el caso, para muchas personas esto implica un verdadero disgusto, pues puede llegar a afectar a su autoestima. Sin embargo, también es importante tener claro que se trata de una consecuencia más del proceso de envejecimiento.
No obstante... ¿Es posible anticiparse a la situación y adivinar si nos vamos a quedar calvos? Pues bien, la respuesta es depende. Si bien es cierto que la incertidumbre es muy elevada en la mayoría de casos, también es posible detectar una alopecia incipiente.
Como comentábamos al principio, existen diferentes tipos de alopecia. Las más frecuentes suelen ser la androgenética y la areata, aunque existen más. La alopecia androgenética es la responsable del 95% de los casos, y suele ser mucho más frecuente en hombres que en mujeres.
Por otro lado, la alopecia areata suele caracterizarse por presentar una pérdida de cabello en un área determinada. Sin embargo, en aquellos casos de alopecia areata, la pérdida de cabello no es totalmente definitiva.
Las señales que indican que padecerás calvicie
Adentrándonos en más profundidad en los casos de la alopecia androgenética, debemos estar atentos a una serie de factores. Algunos pueden ayudarnos a predecir si la padeceremos o no, sobre todo cuando no exista ninguna enfermedad ni situación trascendental que pueda ocasionar la pérdida de cabello.
El primero es el factor genético. Se sabe que la alopecia androgenética puede llegar a afectar al 75% de los hombres, y puede empezar a desarrollarse entre los 20 y 40 años. Con las mujeres, sin embargo, suele ocurrir más tarde (con la llegada de la menopausia).
Un dato curioso para predecir su aparición es fijarnos en nuestros abuelos, especialmente en los maternos. La razón de esto la encontramos en un receptor de andrógenos que está en el cromosoma X, y por tanto, puede transmitirse en línea descendiente.
Otro factor a tener en cuenta es ver en qué zona se empieza a perder el cabello. En el caso de los hombres suele ser en las sienes, la coronilla y la frente. En las mujeres, sin embargo, aparece de forma más difusa en la parte superior de la cabeza.
Otros motivos por los cuales se produce la caída de pelo
Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral, también habla de efluvio telógeno, y señala lo siguiente: "Es un aumento de la caída del cabello que se da de manera natural en los cambios de estación, pero puede deberse a múltiples causas".
Por lo tanto, además de mencionar algunos tipos de alopecia, también cabe tener presente que muchas veces la caída de cabello puede no deberse a esa causa. Existen determinadas enfermedades o situaciones en las que, inevitablemente, esto también ocurre.
De esta forma, es importante tener en cuenta todos los factores que en su conjunto puedan determinar el origen. Un diagnóstico certero, en estos casos, resulta imprescindible para tratar y frenar la caída de cabello.