A menudo podemos experimentar sensaciones placenteras y de euforia ante una obra de arte. Es habitual que personas con sensibilidad artística tengan ese tipo de experiencias, pero hay veces en que el espectador de una obra de arte puede sufrir una serie de síntomas relacionados con la ansiedad, el estrés y la angustia.
En este artículo detallaremos qué es el síndrome de Stendhal, cuáles son sus causas, sus síntomas y el tratamiento que se puede aplicar cuando resulta necesario.
El síndrome de Stendhal es un cuadro sintomático experimentado por algunas personas cuando presencian obras de arte antiguas o representaciones artísticas de gran belleza estética y visual.
Normalmente se categoriza como un trastorno psicosomático, es decir, basado en un estado o proceso psicológico que tiene repercusión en el organismo de la persona.
Este conjunto de síntomas también se conocen como síndrome de Florencia y síndrome o estrés del viajero por el hecho de que normalmente se dan en personas que se encuentran en un país extranjero visitando obras de arte clásicas o monumentos representativos del lugar.
El síndrome de Stendhal es una categorización psicológica relativamente reciente y no muy conocida en la población general. A menudo pueden observarse algunos de sus síntomas en personas que están de vacaciones visitando otros países sin que estas lleguen a darse cuenta.
Al ser poco conocido, el síndrome de Stendhal también puede ser confundido con una emoción repentina o con un estado de euforia causado por el hecho de estar viendo una escena de gran belleza.
El síndrome de Stendhal está caracterizado por una gran cantidad de síntomas que a menudo varían de un caso a otro. Al ser un síndrome psicosomático está sujeto a la experiencia subjetiva de la persona que lo experimenta y, por el mismo motivo, el estudio sobre este fenómeno es difícil.
De cualquier forma, los síntomas considerados por los profesionales de la salud como característicos del síndrome de Stendhal son los siguientes: aumento del ritmo cardíaco, sudoración, sensación de vértigo, palpitaciones, temblores, confusión, ahogo o sensación de falta de aire, pensamiento omnipotente, depresión, euforia, percepción distorsionada de la realidad, ansiedad y angustia, entre otros.
La primera descripción del síndrome de Stendhal la realizó el autor francés del mismo nombre que vivió en el siglo XIX (siendo su nombre real Henri-Marie Beyle) en un viaje que realizó a Florencia en 1817.
En sus anotaciones describe de manera detallada todas las sensaciones nuevas que experimentó el escritor y que le parecieron dignas de mención en el momento de entrar en la Basílica de la Santa Cruz de Florencia.
Su relato puede leerse en el libro “Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio”. En esta obra el autor detalla la sensación de iluminación por la belleza del arte, así como de vértigo y confusión que sintió en el momento de ver la Basílica florentina y la gran cantidad de monumentos que pueblan las calles de Florencia.
Pese a que existen más evidencias de la existencia de este síndrome a lo largo de la historia, y después de que Stendhal lo describiera, este cuadro de síntomas no fue clasificado como un síndrome psicológico hasta 1979.
Este hecho se debe a la psiquiatra italiana Grazziela Magherini, quien detectó un gran número de casos parecidos en turistas que visitaban Florencia y presentaban casi los mismos síntomas descritos por Stendhal.
Tal y como se ha indicado, y al ser un síndrome tan poco estudiado y reciente, es difícil establecer las causas concretas que pueden originar el síndrome de Stendhal, entre otras cosas porque es un cuadro psicosomático que no afecta por igual a todo el mundo y que puede provocar en la gente que lo padece relate experiencias diferentes con respecto a un mismo estímulo.
Además de eso, desde hace décadas existe un debate en la comunidad científica sobre si debe considerarse como un síndrome específico o, en cambio, es causado por elementos condicionantes como la sugestión.
Pese a todo esto podemos establecer, de acuerdo a la literatura científica sobre el fenómeno, que el síndrome de Stendhal tiene su causa en la exposición de una persona a una obra de arte de cualquier tipo, ya sea como cuadro, monumento, edificio o representación artística de gran valor estético en general.
Un elemento adicional que puede explicar este síndrome es el hecho de que la persona que lo padece se encuentra admirando un monumento histórico donde han sucedido eventos importantes o bien una obra original de gran importancia universal.
De acuerdo con las características del síndrome de Stendhal, siendo este un cuadro sintomático tan especial y que afecta a un sector tan pequeño de la población, no existe un tratamiento específico para sus síntomas. Se resuelve sin tratamiento puesto que depende de la situación y supone síntomas leves casi siempre.
Se han realizado a lo largo de las décadas, desde su inclusión como síndrome psicosomático, programas de tratamiento para el síndrome de Stendhal consistentes en tratar los casos más leves estabilizando a la persona e intentando que remitan sus síntomas.
Nicholson, T. R. J., Pariante, C. & McLoughlin, D. (2009). Stendhal syndrome: A case of cultural overload. Case Reports.