Cobrar el cheque de 200 euros que concede el Gobierno para la compra de alimentos puede salirle excesivamente caro a algunos colectivos. Desde el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ya han advertido a algunas personas que incluso llegarían a perder la ayuda que estarían percibiendo. Lo que ha hecho que más de uno se haya movilizado.
La intención del Ejecutivo es llegar al mayor número posible de hogares. Las primeras estimaciones se elevan hasta los 4,2 millones de beneficiarios. Entre ellos se encuentran trabajadores asalariados, autónomos y desempleados.
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En el caso de estos últimos se encuentran los perceptores del subsidio para mayores de 52 años. Suelen tratarse de personas que han agotado todas las prestaciones del paro y que tienen serias dificultades para reincorporarse al mercado laboral. Más de uno habrá presentado su solicitud para optar a la ayuda de 200 euros a través de la Sede Electrónica de la Agencia Tributaria.
Sin embargo, posiblemente no habrán reparado en que se les puede suspender la prestación en caso de cobrar este cheque. Para ello, será necesario que se tengan en cuenta una serie de factores esenciales.
¿A quién se destina el cheque de 200 euros?
Este cheque está pensado para aquellos hogares con bajos ingresos. Lo que se pretende con él es compensar la importante subida del precio de los alimentos desde que estallara la guerra en Ucrania.
Para cobrar dicha ayuda es preciso satisfacer una serie de requisitos. Entre ellos disponer de unas rentas por debajo de los 27.000 euros anuales y un patrimonio inferior a 75.000 euros. En este último caso no se tendrá en cuenta la vivienda habitual.
En principio, todo hace indicar que los beneficiarios del subsidio para mayores de 52 años cumplen con todas las exigencias. Sin embargo, en lo que deben poner una especial atención es en el nivel de rentas. En el caso de que se rebase debido al cobro de este cheque quedaría en riesgo de suspensión el subsidio.
Cómo afecta la ayuda a los perceptores del subsidio
Es lógico que surjan dudas entre las personas que cobran este subsidio. Desde el SEPE han querido aclarar una serie de detalles para aquellos que deseen optar a la ayuda de 200 euros. Explican que para conservar la prestación del organismo público es preciso que sus rentas no se eleven por encima del 75% del salario mínimo.
Después de los incrementos experimentados este año, queda fijado este importe en los 810 euros mensuales. En el supuesto de aprobarse la ayuda, esos 200 euros se dividirían entre 12 meses, dejando un extra en su renta mensual de 16,66 euros. En principio no debería causarle ningún tipo de contratiempo para seguir cobrando el subsidio.
En el caso de que superara los límites fijados por el servicio público de empleo se le suspendería dicha prestación. De hecho, realizan un seguimiento frecuente a los perceptores de este tipo de ayudas para que no rebasen unos topes. Una vez transcurrido un año desde que se iniciara el cobro tienen la obligación de aportar una declaración anual de rentas.
Las rentas que influyen en este subsidio
Para percibir el subsidio para mayores de 52 años, desde el SEPE explican que se tendrán en consideración una serie de rentas. Entre ellas los ingresos derivados del trabajo, de las actividades económicas, y del capital mobiliario o inmobiliario. Quedan excluidas, en este sentido, las asignaciones que hace la Seguridad Social por hijos a cargo.
Entre los ingresos a valorar están los rendimientos brutos de cuentas e inversiones o las indemnizaciones por finalización del contrato. También los rendimientos de capital inmobiliario, plusvalías y otras rentas.