Durante la primera ola del coronavirus, miles de trabajadores se contagiaron en España por la falta de medidas de protección. Muchos de ellos desarrollaron síntomas persistentes que les impiden seguir desempeñando su labor con normalidad. Una sentencia de los tribunales reconoce ahora legalmente su situación.
El Juzgado de lo Social de Bilbao ha concedido la incapacidad permanente absoluta a un trabajador con covid persistente. Se trata de un celador que se contagió durante la primera ola en el ámbito sanitario. La sentencia abre el camino para que otros afectados puedan solicitar pensiones e indemnizaciones.
La incapacidad permanente absoluta es una pensión contributiva que reconoce el 100% de la base reguladora. Con el aumento de las pensiones este 2023, la mínima es de 905 euros al mes, y la máxima de 3.059 euros al mes. Esto es lo que dicen los tribunales sobre esta pensión y el covid persistente.
Sentencia pionera en estos casos en España
El demandante es un celador que se contagió de coronavirus en marzo de 2020, durante la primera ola del coronavirus. El trabajador sufre varios síntomas reconocidos como covid persistente. Por ejemplo, fatiga crónica postcovid, síndrome depresivo reactivo grave y deterioro cognitivo moderado.
La sentencia reconoce que estos síntomas avalados por un informe médico impiden al trabajador desempeñar sus funciones. Por esto le reconoce su derecho a acogerse a una prestación por incapacidad permanente absoluta. Y también podrá reclamar las indemnizaciones pertinentes a la empresa.
La sentencia establece que la empresa incumplió las medidas preventivas, ya que durante la primera ola el personal sanitario trabajó sin medidas de protección adicionales. El sindicato ELA afirma que se trata de un primer paso. La sentencia abre la puerta a que se reconozcan casos similares como este.
Los 7 síntomas del covid persistente
La sentencia reconoce que el trabajador en cuestión padece síntomas derivados de su contagio de Covid-19 durante la primera ola. Se recogen los siete síntomas que dan derecho a una prestación por incapacidad permanente absoluta. Estos se incluyen además en la especificación de covid permanente:
- - Fatiga
- - Mareos
- - Inestabilidad
- - Insomnio
- - Niebla mental
- - Taquicardia
- - Deterioro cognitivo
El deterioro cognitivo genera una falta de concentración en el trabajador, y afecta a la memoria y a la capacidad de procesamiento. La conclusión es que este empleado no está capacitado para trabajar con normalidad. Y que, por lo tanto, tiene derecho a una pensión contributiva por incapacidad.
Según las estadísticas, entre el 5 y el 10% de la población que contrajo el coronavirus ha desarrollado síntomas persistentes. Hasta ahora, estos enfermos se han encontrado con muchos obstáculos para que su incapacidad sea reconocida. En muchos casos, la administración no les cree.
Obligados a trabajar enfermos
Los sindicatos llevan tiempo exigiendo que se reconozca la situación de estos pacientes con covid persistente. Pero la realidad es que la gran mayoría tienen que seguir trabajando porque se les deniega la ampliación de la baja. Algo que podría cambiar ahora con esta sentencia que crea jurisprudencia.
Los sindicatos llevan tiempo exigiendo que se reconozca la situación de estos pacientes con covid persistente. Pero la realidad es que la gran mayoría tienen que seguir trabajando porque se les deniega la ampliación de la baja. Algo que podría cambiar ahora con esta sentencia que crea jurisprudencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que “la afección posterior a la Covid-19 puede menoscabar la capacidad de realizar actividades cotidianas como el trabajo”. Actualmente no existe un tratamiento eficaz para estos pacientes. La organización reconoce varios síntomas:
- - Fatiga
- - Disnea
- - Problemas de memoria, concentración o sueño
- - Tos persistente
- - Dolor torácico
- - Dificultad para hablar
- - Dolores musculares
- - Pérdida del olfato o del gusto
- - Depresión o ansiedad
- - Fiebre