Un ictus tan grave como el que ha sufrido el cantante Kiko Rivera puede dejar graves secuelas de por vida. Medio país se interesó por la salud del artista, tras conocerse su ingreso hospitalario como consecuencia de un ataque cerebrovascular. Muchos seguidores se han mostrado tremendamente sorprendidos por haberle ocurrido con tan solo 38 años, pero es algo más habitual de lo que creemos.
A diferencia de los típicos casos de accidente cerebrovascular, el del artista forma parte de aquellos casos más especiales al haberse dado en una persona tan joven. Es cierto que, según las estadísticas, sufrir un ictus es muy poco probable si tienes menos de 50 años. Sin embargo, Kiko Rivera ha sido víctima de uno con tan solo 38 años.
El ictus que ha sufrido Kiko Rivera
La ciencia es clara al respecto, la mayor parte de los ictus se dan en personas con más de 50 años. Pese al tanto por ciento que avala que también lo sufren personas más jóvenes, es evidente el impacto que causa cuando ocurre en alguien de la edad de Kiko Rivera.
Sea cual sea la edad, algo está claro: se debe actuar con rapidez. Las primeras horas son esenciales, así lo declara Susana Arias, la vocal de la Sociedad de Neurología (SEN) en El Español. "Lo más importante que hay que recalcar con el ictus es que tiempo perdido es cerebro perdido", afirmaba en el mismo medio.
"Con la gente joven también tenemos que atender a los clásicos factores de riesgo, porque a veces pensamos que los menores de 50 años no tienen hipertensión, diabetes, obesidad o sedentarismo", señala Arias.
Recordemos que un ictus es una alteración súbita que se produce en la circulación de la sangre al cerebro. Dentro de él, normalmente pueden darse dos tipos de episodios. El primero es el isquémico, y suele ser el más habitual, pues supone hasta un 80% de los casos. Cuando se da este tipo de episodio, lo que ocurre es que el flujo sanguíneo se ve interrumpido a causa de una obstrucción.
Por otro lado, de forma menos habitual, nos encontramos con las hemorragias cerebrales, que suponen el 20% restante de casos. Este tipo de episodios se dan a raíz de una rotura de arteria o vena.
Las secuelas que puede sufrir Kiko Rivera
Si analizamos detenidamente estos factores de riesgo, podremos observar que Kiko Rivera cumple con una gran mayoría de ellos. De hecho, el cantante ha llegado a reconocer la práctica de hábitos nocivos en alguna ocasión.
"Yo he sido drogadicto. Empecé a consumir con 17 o 18 años y he tenido épocas que he llegado a consumir hasta cuatro y cinco gramos de cocaína al día. A día de hoy estoy bien, aunque tengo el demonio en el hombro", señaló en una entrevista en Telecinco.
A pesar de que en los últimos años la ciencia ha avanzado a pasos agigantados, en lo que respecta a las secuelas de los pacientes todavía queda mucho camino por recorrer.
Desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), apuntan a que las más habituales pueden ser desde las secuelas físicas hasta las cognitivas, pasando incluso por un daño psicológico.
De esta forma, tras haber sufrido un ictus es muy probable que haya pacientes que presenten afectaciones en un lado del cuerpo, así como alteraciones en el habla y el lenguaje. Entre algunas de ellas se encuentran las afasias, mutismo, la falta de tacto, la rigidez o dolor muscular, así como pérdida de visión, disfagia o incontinencia urinaria.
Por otra parte, cuando una persona va a sufrir un ictus también puede experimentar una serie de síntomas que está bien que conozcamos, ya que puede ayudarnos a identificarlo. El más habitual, en la mayoría de casos, suele ser una alteración brusca del lenguaje.
También puede darse el caso de que la persona pierda repentinamente la fuerza, incluso deje de sentir sensibilidad en alguna parte de su cuerpo. Además, esto puede venir acompañado de una falta de coordinación y equilibrio.
En cualquier caso, la prevención sigue siendo clave en este tipo de enfermedades, y no está de más conocer los principales síntomas. De esta forma, será mucho más rápido intervenir y actuar.