Una mujer consiguió algo que parecía imposible: sin tener que hacer dieta estricta, llegó a perder alrededor de 75 kg. Es más, ante un cambio tan radical como este, no ha dudado en compartir su experiencia, para que otras personas también lo consigan. Y es que la obesidad avanza sin frenos en todo el mundo, y el sobrepeso se ha convertido en un auténtico problema de salud pública.
Solo en nuestro país, hombres y mujeres padecen obesidad mórbida en un 16,5% y 15,5%, respectivamente. Estos datos, ofrecidos por la Encuesta Europea de Salud en España durante el 2020, no es más que el reflejo de una enfermedad que afecta cada vez a más personas. Su incremento en la población infantil también se ha elevado en los últimos años.
La obesidad y el sobrepeso, cada vez más presente
El alarmante incremento de casos en nuestro país no es solo la única razón que deba preocuparnos: el resto del mundo también se está viendo afectado. Actualmente, cerca de 650 millones de adultos, 340 millones de adolescentes y 39 millones de niños sufren obesidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero, ¿qué entendemos por obesidad? Pues bien, se considera que una persona padece esta enfermedad cuando su índice de masa corporal (IMC) es igual o superior a 40. Este cálculo se realiza dividiendo el peso en kilos y la altura en metros cuadrados.
Algunos factores como el sedentarismo o la mala alimentación han dado lugar a la mayoría de casos. El aumento de azúcares añadidos, el consumo de productos ultraprocesados y la predisposición genética son otros de los factores responsables de la proliferación de esta enfermedad.
Una historia de superación personal
Melissa McGilvrey es el claro ejemplo de superación personal contra la obesidad. Ya en su infancia sufría sobrepeso, y posteriormente en la adolescencia fue en aumento. Tras ser madre a los 19 años se vio sumergida en una situación de estrés, la cual le acabó llevando al consumo excesivo de comida.
Con el paso de los años tuvo dos hijos más, y desde entonces decidió centrarse exclusivamente en sus cuidados. Esta decisión le pasó factura a nivel personal, ya que tener la maternidad como única prioridad hizo que descuidase su salud.
Aunque una visita a un parque de atracciones cambiaría su vida. Melissa se subió en una y el arnés no podía sostenerla correctamente. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que todo este tiempo había estado llevando un estilo de vida poco saludable y que eso debía cambiar.
Y entonces llegó ese 'click' que transformó completamente su vida. Melissa empezó a andar al aire libre: primero hacia kilómetro y medio, después 5 y finalmente 12. Su cambio de mentalidad, su esfuerzo y sacrificio fueron fundamentales en su transformación.
Tras realizar esta rutina durante un tiempo (la cual iba monitorizando por una app), decidió apuntarse también al gimnasio. Sin embargo, lo mejor de todo es que tampoco se tuvo que ver sometida a una dieta estricta.
Pero además del ejercicio, la alimentación también fue clave. Un menú en su día a día consistía en desayunar claras de huevo con champiñones y espinacas, almorzar nueces y proteínas, comer pescado y patatas y cenar pollo o pavo con quinoa.
En este sentido, Melissa señala que no eliminó ningún alimento de su dieta, pero sí le dio especial importancia a otros productos considerados más saludables. Actualmente sigue manteniendo estos hábitos saludables, además de añadir cada vez más ejercicios a sus rutinas.
La importancia de cuidar nuestros hábitos
Padecer sobrepeso u obesidad puede repercutirnos de forma muy perjudicial en nuestra vida. Tener un IMC elevado es un factor de riesgo que eleva las probabilidades de que padezcamos determinadas enfermedades.
Así pues, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes suelen ser la consecuencia en muchos casos. Otras enfermedades como la osteoartritis y algunos tipos de cáncer también están estrechamente vinculados a esta enfermedad.
Es por este motivo por el cual debemos ser conscientes de nuestros hábitos de salud. Consumir alimentos saludables, limitar el consumo de grasas y azúcares y realizar una actividad física de forma diaria son la mejor arma para combatir estas enfermedades y mantenernos sanos y enérgicos.