La petrolera española Repsol ha iniciado una transición para convertirse en empresa con cero emisiones en 2050. Durante este tránsito sigue manteniendo una estrecha vinculación con el mercado del petróleo. La crisis del sector energético mundial ha golpeado también duramente a esta multinacional.
Tras un 2022 con récord de beneficios gracias a la subida del precio del barrio, este 2023 sus acciones han caído cerca del 14%. La caída del precio del barril ha hecho que su cotización cayera tan rápido como creció el año pasado. Una situación que, sin embargo, podría ser solo coyuntural.
Así lo entienden los responsables del Banco Santander, que han decidido volver a comprar acciones de Repsol. Los analistas financieros consideran que la crisis actual de Repsol es solo un bache, y confían en su recuperación. Su decisión es un balón de oxígeno para la compañía en su peor momento.
El Banco Santander, al 'rescate' de Repsol
El Banco Santander valora las acciones de Repsol en los 17 euros, lo que supone un potencial alcista de más del 33%. Aún más optimistas los analistas financieros, que sitúan las acciones de la petrolera en los 17,4 euros. Esto supone un 36% de los precios al cierre de la última sesión.
Traducido, esto quiere decir que tanto los analistas financieros como el Banco Santander tienen una gran confianza en la recuperación de Repsol. Hasta el punto de que el banco compra acciones esperando su subida. Un motivo de peso ha sido los buenos resultados presentados por Repsol.
La compañía, que batió récord de beneficios el año pasado, ha anunciado un beneficio de 1.891 millones de euros netos en el primer trimestre. Esto significa un 41% más de lo que preveían los analistas. Los inversores confían en que la caída actual sea solo un bache pasajero seguido de la recuperación.
Repsol y Santander, en su peor momento
El Ibex 35, el grupo de las mayores empresas españolas, ha iniciado el mes de mayo con números en rojo. Detrás está la crisis de los bancos, entre los cuales está en destacado el Banco Santander. Según se ha sabido, el banco español perdió 20.000 depósitos en los tres últimos meses.
La pérdida de confianza ha arrastrado a los principales bancos a una caída de varios días en números rojos. Repsol es otra de las compañías afectadas por la falta de confianza de los inversores. En este caso, detrás está la crisis energética mundial y la caída del precio del barril de Brent.
Repsol y Santander comparten el momento de incertidumbre pero también la fortaleza que les permite recuperarse con relativa tranquilidad. De hecho, las perspectivas de futuro son de crecimiento sostenido en ambos casos. De ahí que el Santander arriesgue comprando acciones de Repsol.
El incierto futuro de los mercados
Los bancos y las energéticas son los dos sectores más castigados en esta época de crisis global. La situación lleva a una inestabilidad económica y financiera de resultados inciertos. Repsol y Santander caen, pero su situación sigue siendo estable a largo plazo con perspectivas de mejora.
La previsión es que los bancos se recuperen más fácilmente de este nuevo bache, como ya lo hicieron en marzo. Para las energéticas, en cambio, la recuperación será más lenta. Los analistas prevén que Repsol siga sufriendo en la bolsa un tiempo más, con las acciones perdiendo valor.
A largo plazo, la estrategia de apuesta por las renovables hace prever que relance a la multinacional por la senda del crecimiento. Un futuro esperanzador que hace que el Santander vuelva a comprar sus acciones un año después. En su peor momento, cuando más lo necesitaba.