Santander y Banco Sabadell tienen motivos para estar preocupados. El panorama que se aproxima no resulta precisamente demasiado esperanzador para ellos.
La entidad que preside Ana Botín sufrió una pérdida del -8,7% en Bolsa desde que presentara las cuentas del primer trimestre. Sus acciones pasaron de 3,4477 euros a 3,17, lo que provocó una cierta preocupación en el mercado.
Y lo mismo ocurre con el Sabadell, que pasó en marzo de ser uno de los mejores activos del sector bursátil a liderar las pérdidas. La caída llegó a alcanzar el -11%. Incluso se habló de una posible quiebra de la compañía.
Como era de esperar, ambas compañías se vieron afectadas por la crisis de varios bancos estadounidenses. Los descensos en las bolsas hicieron saltar todas las alarmas, pero el índice español, fue el que más se resintió. En gran parte por el peso que tienen estas entidades respecto a otros indicadores bursátiles.
Nuevo revés con las hipotecas
Ahora, Santander y Sabadell vuelven a recibir un nuevo revés. Todo hace indicar que en cuestión de muy poco tiempo el euríbor, con su tendencia alcista, llegue al 4%. Este martes, el principal índice hipotecario cerró en el 3,90%, una referencia que no se veía desde hace algo más de dos meses.
En aquel momento fue cuando empezaron a surgir dudas en torno al sector financiero por la quiebra de distintos bancos. Entre ellos el Silicon Valley Bank y el Credit Suisse. El miedo a sufrir una nueva recesión económica hizo recular al Banco Central Europeo, que no le quedó más remedio que contener ese incremento.
Ahora parecen tener bajo control la situación y eso les empujaría a seguir con esta escalada del euríbor. La barrera psicológica del 4% nos haría volver al mismo nivel de 2008. En aquella época también explotaba una crisis provocada por la burbuja inmobiliaria.
Quince años después, las cuotas de los préstamos hipotecarios a tipo variable se han disparado. Los incrementos llegan a alcanzar los 200 euros de media en este tipo de productos. En el diario Sur ponen como ejemplo el hogar con una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años. Y con un diferencial del 0,99% más euríbor.
Cuando le toque la revisión en mayo de los intereses sufrirá una subida mensual de unos 285 euros. Si nos ceñimos a términos absolutos, de 500 euros pasaría a abonar unos 785 euros. Esto, traducido al año, se convertiría en un pago adicional de más de 3.420 euros.
Disminución de hipotecas y endurecimiento
Desde hace meses, los bancos han comprobado un descenso importante en cuanto a las solicitudes de préstamos hipotecarios. Las familias se piensan mucho lo de pedir una hipoteca. Prefieren ser cautos y esperar a que el mercado se estabilice.
Sin embargo, hasta que llegue ese instante habrá que armarse de paciencia. El Banco Central Europeo seguirá elevando el euríbor hasta que la inflación no se encuentre controlada por completo.
La presidenta de este organismo, Christine Lagarde, ya adelantó en la última reunión que "no estamos pausando las subidas de tipos". "Queda camino por recorrer", advirtió.
Los bancos también están endureciendo las condiciones de acceso a este tipo de préstamos. Quieren tener las suficientes garantías de que el cliente pueda asumir la devolución de las cuotas. No están dispuestos a correr ningún tipo de riesgo ante posibles impagos.
Como era de esperar, todo esto pasará factura al Santander y Banco Sabadell, que verán reducidos sus ingresos por este concepto. No obstante, en los últimos tiempos, se ha producido un hecho muy curioso.
En vista de lo que se avecinaba, muchos hipotecados han optado por amortizar parte de su deuda. Algo que también ha contribuido a que las entidades mejoraran sus resultados durante el primer trimestre del año.