En este artículo vamos a analizar qué es la salud mental, según la definición del concepto de la OMS. Además revisaremos la importancia del bienestar emocional y las principales estrategias que se implementan con el objetivo de mejorar la salud mental de las personas.
¿Qué es la salud mental? Definición del concepto
Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un concepto compuesto por factores como el nivel de bienestar subjetivo, el grado en que nos percibimos como personas competentes y autónomas, el hecho de no depender de personas de otras generaciones (como los padres o los hijos) o la posibilidad de desarrollarnos desde un punto de vista emocional e intelectual.
No obstante, una definición más sintética y sencilla es la siguiente: la salud mental es el bienestar emocional y la ausencia de alteraciones psicológicas, fundamentalmente. Tal definición puede ser enmarcada en la perspectiva de la psicología positiva, si bien lo cierto es que tanto la OMS como muchas otras instituciones han adoptado este concepto básico a la hora de conceptualizar la salud mental.
En otro sentido un poco distinto, el concepto de salud mental tiene que ver también con el nivel de adaptación de una persona al entorno en el que vive. Así, con frecuencia la salud emocional y psicológica se valora en función de la capacidad de llevar a cabo las tareas cotidianas, de establecer relaciones sociales satisfactorias o de participar en la sociedad de la que se forma parte.
Por otro lado, a la idea de salud mental se opone la del trastorno mental, que engloba problemas psicológicos como la depresión, la ansiedad, la esquizofrenia, las alteraciones infantiles del aprendizaje y las adicciones. Es importante destacar que “trastorno mental” es considerado un término peyorativo por muchas personas (y “enfermedad mental” incluso más).
En cualquier caso, la definición del concepto de salud psicológica depende de la cultura y de otros factores, como las creencias específicas de la persona que la realice. Así, por ejemplo, ciertos individuos y grupos consideran que la salud mental está indicada sobre todo por el rendimiento profesional mientras que otros valoran más los aspectos de tipo social.
Importancia del bienestar emocional y psicológico
De los datos recopilados por la OMS se puede extraer que aproximadamente la mitad de la población mundial sufre problemas de salud mental de una intensidad suficiente como para que afecte de forma significativa a su actividad cotidiana; esto incluye el rendimiento profesional y el académico, la calidad de las relaciones sociales o el bienestar emocional subjetivo.
Es importante destacar la relación entre las alteraciones psicológicas y las enfermedades físicas. Por ejemplo, el estrés crónico incrementa la probabilidad de sufrir múltiples alteraciones médicas debido a que, cuando se mantiene a largo plazo, la hiperactivación fisiológica propia del estrés perjudica al funcionamiento del sistema inmunitario (es decir, las defensas de nuestro cuerpo).
Además los problemas de salud mental suponen costes muy importantes para los sistemas sanitarios públicos; en concreto, el valor directo de las alteraciones psicológicas en 2010 fue de unos 2,5 trillones de dólares en todo el mundo, según la OMS.
A esto habría que sumar el coste indirecto para los Estados y para personas particulares de diversos acontecimientos causados por problemas de salud mental. Un ejemplo son los accidentes de tráfico en que se encuentran implicadas personas con problemas de dependencia de alcohol o incluso simplemente de insomnio y somnolencia diurna.
Promoción de la salud mental: estrategias principales
La promoción de la salud mental depende de organismos públicos, fundamentalmente, así como de instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud, entre otras. Esto no significa, por supuesto, que no existan programas de promoción de la salud psicológica que dependan de entidades de carácter privado.
En este sentido, las aportaciones de todas las ciencias de la salud son muy importantes a la hora de establecer las características de tales intervenciones, pero también lo es, por ejemplo, el trabajo social, ya que los problemas de los que encargan los profesionales de este ámbito están asociados con gran frecuencia a alteraciones emocionales.
En lo que respecta a los casos concretos, la psicología clínica, la de la salud y la psiquiatría son las principales disciplinas implicadas en la promoción de la salud mental y en la intervención sobre los problemas relativos a esta. No obstante, muchas otras áreas del conocimiento científico pueden resultar beneficiosas para promover el bienestar emocional y psicológico.
Salud pública: definición, historia y conceptos clave