Desde hace unos meses, la mayoría de los españoles hemos comenzado a experimentar lo que significa llevar una mascarilla de protección puesta: necesaria, pero a la vez incómoda.
Este verano, las mascarillas están haciendo estragos en la población, ya que se ajustan a la piel, la rozan, la irritan, evitan la ventilación y, si las llevamos durante varias horas al día, aparecen signos de deshidratación granos y brotes de acné. Los expertos hablan ya del concepto 'Maskné' un tipo de acné que se acentúa a causa del roce y la falta de oxigenación.
En el caso de los granitos, su reaparición se debe al roce de las mascarilla, pero también a la oclusión que provoca en los poros: «La piel no puede respirar bien y el exceso de sudoración se queda en la zona peribucal, la más proclive a este tipo de brotes. Estamos viendo casos de acnés un poco inflamatorios, como descamados», explica la doctora Lidia Maroñas, dermatóloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
«Cuando llevamos el rostro cubierto con mascarilla, la humedad, el vapor y cualquier secreción de saliva o mucosidad se acumulan en la zona de la boca y la nariz, bloqueando el conducto de salida de la secreción sebácea. La presión y la falta de oxigenación provocan que se taponen los poros y facilitan la aparición de comedones y granitos» exponen los expertos de Natura Bissé, una firma española de cosméticos.
La buena noticia es que, siguiendo una serie de recomendaciones, se puede controlar la situación. ¿Qué hay que hacer para prevenir la aparición del acné y minimizar sus síntomas?
- Hidratar la piel, todos los días mañana y noche con un tónico calmante. «Si nuestra piel es de tendencia grasa los productos con ácido salicílico en el limpiador diario o como tratamiento semanal en mascarilla, por ejemplo, son muy adecuados. Su suave acción exfoliante elimina las impurezas y ayuda a difuminar las marcas de acné», aconsejan desde Natura Bissé.
- Es importante también hidratar y nutrir los labios, que son los grandes damnificados, de la pandemia. Para paliar su sequedad, es conveniente la aplicación de sérums, mascarillas y tratamientos intensivos calmantes, regeneradores y reparadores.
- Mejor sin maquillaje: los dermatólogos recomiendan a las personas que vayan a pasar muchas horas con una mascarilla puesta que eviten el uso de maquillajes como bases y correctores, al menos en la zona que va a quedar bajo la mascarilla.