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Montaje con una imagen de fondo de una persona aplicándose crema en la mano y dos botes de crema solar

Protector solar: consejos para aplicarlo bien y no quemarte

Por más que cuentes con un fotoprotector, si no lo aplicas bien tu piel no estará correctamente protegida. Por ello, es básico usar la cantidad correcta y no dejar ningúna zona 'sin crema'

La avalancha de información sobre cómo protegernos bien del sol es tal que actualmente la mayoría de la gente ya sabe, qué tipo de piel tiene y el factor de protección solar que más le conviene. Sin embargo, hay un detalle en el que seguramente no caemos. Saber protegerse del sol correctamente es muy importante para la salud.

Solo un 2'5% de los españoles lo hace bien. La mayoría usa menor cantidad de protector solar de la necesaria o deja zonas desprotegidas, y eso es un riesgo para nuestra piel.

Una de las cosas más importantes a la hora de protegernos, es escoger el protector solar más adecuado para el tipo de piel de cada uno. Las pieles más blancas con tendencia a ponerse rojas necesitarán un factor de protección solar más alto que las morenas.

El tipo de protección que debes escoger lo podrás determinar según la tabla de recomendaciones de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), para cada tipo de piel. Esta entidad indica que la cantidad de protección solar que debemos aplicarnos debe ser siempre igual o mayor que 15.

¿Cómo usar correctamente el protector solar?

  • Póntelo antes de salir de casa: Es muy importante que te apliques el protector solar unos 30 minutos antes de la exposición, distribuyéndolo por las zonas a las que van a llegar los rayos solares. Así que lo mejor es ponerlo en casa, antes de salir hacia la playa o la piscina.
  • Con frecuencia: Cuando la exposición sea larga, renueva la aplicación solar cada dos horas y cada vez que salgas del agua ya que pierde eficacia al absorber la radiación.
  • Extiéndelo con la piel seca: Es muy habitual darse un pequeño chapuzón y protegerse del sol justo después, o hacerlo al salir de la ducha con la piel mojada antes de ponernos el bañador. El problema de este método es que las gotas aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras en la dermatitis de la piel. En la playa, es fundamental secarse bien con la toalla antes de aplicar la crema solar. Esa es la forma correcta.
  • El uso de after sun: El uso de After Sun tiene grandes beneficios sobre nuestra piel. Sus principales ventajas son que hidrata y nutre la piel. Del mismo modo, refresca y alivia el escozor provocado por la radiación solar, que previene los signos del fotoenvejecimiento. Este protector consigue bajar la inflamación solar e incluso reparar el daño oxidativo.