Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, los virus y las bacterias parecen acampar a sus anchas. Es el momento perfecto para adentrarse en el sistema respiratorio de miles y miles de personas, especialmente de aquellas que no se cuidan.
Los resfriados y la gripe son las afecciones que más prevalencia tienen durante estas fechas, aunque conviene recordar que no son lo mismo. Sin embargo, existen una serie de errores que solemos cometer cuando tenemos alguna de las dos, y realmente... ¡No deberíamos cometerlos!
Nunca hagas esto si estás resfriado o tienes la gripe
Aunque parezca algo evidente, todavía hay personas que suelen confundir un resfriado con una gripe. Cuando padecemos algún síntoma, damos por sentado que el origen proviene de alguna de ellas (o de ambas), aunque realmente a veces podemos confundirnos.
También resulta evidente saber que la ingesta de determinados medicamentos sin receta previa (automedicación) no debería realizarse bajo ningún concepto. En caso de dudas, lo mejor que podemos hacer es acudir a nuestro centro de salud.
Sin embargo, también está en nuestra mano intentar paliar o mejorar los síntomas que tengamos. Y para ello, hay determinadas cosas que nunca deberíamos hacer cuando nos encontramos mal o estamos enfermos. Vamos a verlas a continuación.
1. Ducharse con agua fría
Tal y como comentábamos, tanto los resfriados como la gripe son afecciones propias del invierno. De esta forma, es lógico pensar que nos encontramos en una estación del año con frío y bajas temperaturas. Por lo tanto, lo que menos le puede venir bien a nuestro cuerpo es, encima, ducharnos con agua fría.
Mucha gente piensa que ante la fiebre no hay mejor remedio que el agua fría para rebajar la temperatura. Lejos de la realidad, esto no es así. Nos guste o no, la fiebre es un síntoma con el que debemos lidiar, y en todo caso será el médico quien recete algún medicamento antipirético.
2. No hidratarse
Beber agua es un hábito que deberíamos cumplir siempre, pero es todavía más importante hacerlo cuando estamos enfermos. Aunque en casos donde haya faringitis o molestias de garganta pueda ser más complicado, debemos hacer un esfuerzo.
La ingesta de líquidos es muy beneficiosa en este tipo de casos. Si nos mantenemos hidratados de forma constante estaremos creando más líquido en nuestro cuerpo, y por lo tanto, ayudaremos a que los mocos y la congestión se diluyan.
3. Hacer deporte
Quitando algunas excepciones como atletas profesionales o de grandes competiciones, la práctica de deporte de manera intensa debemos evitarla en estas situaciones. Mucha gente suele cometer este error, pero en momentos así no beneficia en absoluto.
Recordemos que cuando existe un resfriado o caso de gripe, nuestras vías respiratorias suelen estar obstruidas. Además de esto también es habitual que el dolor muscular nos acompañe, por lo tanto, queda más que claro que no es el momento de ponernos a sudar.
4. No dormir suficiente
Cuando estamos con un resfriado tendemos a tener dificultades para respirar, y por lo tanto, también es muy normal que nos cueste más conciliar el sueño. Las molestias ocasionadas por estos síntomas pueden hacer que no descansemos lo suficiente, y esto, evidentemente, nos repercute.
Podemos optar por dormir con la cabeza elevada, e incluso añadir algún humidificador a la habitación. Así, nuestras vías respiratorias se verán menos comprometidas, y quizás podamos conseguir conciliar el sueño.
5. Dejar de comer
El no comer cuando estamos enfermos es, sin lugar a dudas, el talón de Aquiles de muchos. A pesar de que son en estas mismas circunstancias en las cuales deberíamos alimentarnos mejor que nunca, lo cierto es que tiene una explicación.
El cansancio y la fatiga que podemos experimentar cuando estamos resfriados puede ser verdaderamente difícil de lidiar. Esto ocasiona que nuestro apetito decaiga, pero paradójicamente, también lo haga nuestra energía. En cualquier caso debemos hacer un esfuerzo por ingerir líquidos y alimentos, ya que gracias a ellos nos recuperaremos antes.