Llenar el depósito del coche cada vez cuesta más. Se acumulan más de dos meses de constantes subidas en el precio de los combustibles, sin previsión de que la situación se estabilice. En cualquier caso, desde Repsol ya advierten de lo que ocurrirá a partir de enero con los carburantes.
Estas subidas pueden justificarse debido al aumento de la demanda durante el periodo estival. Desde junio hasta septiembre se registran millones de desplazamientos por nuestro país. Algo que es aprovechado por las compañías petroleras para elevar aún más los precios.
Pero también influye en ello el incremento del crudo, que se aproxima hacia los 100 dólares por barril. No obstante, desde Repsol, su economista jefe, Antonio Merino, lo considera de algo transitorio.
Explica que existe la posibilidad de que la factura se vea reducida a comienzos del próximo año. Eso permitía que el precio del petróleo también se moderara, repercutiendo en el bolsillo del consumidor final.
La cuestión es que todavía restan tres meses para que llegue ese instante. Y todo hace indicar que el coste de los combustibles irá a más hasta entonces. Cada vez se van acercando más a la barrera de los 2 euros el litro.
En su entrevista con Ok Diario ofrece su punto de vista sobre lo que ocurrirá en el futuro. Contemplan "un escenario en el que el precio del crudo pueda moderarse a partir de enero y febrero".
Pero esto quedará condicionado a la demanda, que posiblemente se vea reducida ante un menor uso del vehículo. También creen que la climatología dará una cierta tregua y no habrá que hacer tanto uso de las calefacciones.
Menos barriles, precios más caros
El barril de Brent ronda ya los 94 dólares, que supone un 8% más que hace un año. Esta tendencia al alza comenzó a comienzos de verano y la revalorización supera ya el 30%. Los expertos atribuyen estas variaciones a la caída de producción de la OPEP.
Es evidente que se ha producido una rebaja en el bombeo de petróleo. Lo justifican sobre todo con la decisión de Arabia Saudí de recortar el suministro en un millón de barriles al día. Pero también influye que Rusia ahora produce 300.000 menos.
Se desconocen de momento los planes de estos países con vistas al futuro. El economista jefe de Repsol asegura que ninguno de ellos ha confirmado que mantengan esas restricciones en 2024. De hecho confía en que esto no ocurra.
Por lo tanto se darían las condiciones precisas para recuperar la normalidad en el mercado. Los recortes que se han producido en los últimos tiempos han tenido consecuencias importantes sobre las estaciones de servicio y los usuarios. Así se puede comprobar desde junio, cuando empezaron las primeras subidas en los repostajes.
Se dio la casualidad, además, de que esto coincidía con las vacaciones y el periodo de más viajes. También inciden en la trascendencia que ha tenido la medida de Rusia de reducir la exportación de diésel.
En España todavía se sigue consumiendo a unos niveles muy elevados. Optaron por cortar el grifo para destinarlo al mercado interior, muy mermado a causa de la guerra con Ucrania.
Confianza en un invierno menos frío
Antonio Merino, de Repsol, confía en que el invierno no sea especialmente frío. Eso haría rebajar de forma considerable la demanda y por tanto el precio. También se pronunció sobre el dinero que se paga en la actualidad por la energía y su impacto sobre la inflación.
Explica que el precio del gas y de la electricidad se mantiene por debajo del que se marcaba el año pasado. Por lo tanto, la factura debería ser inferior. Indica que la demanda de energía en el continente es un 10% inferior a la de 2022. Esto resultará esencial para contener la inflación, destaca.