¿Quién puede resistirse a unas deliciosas torrijas caseras? Nos encontramos posiblemente ante uno de los postres más tradicionales de la Semana Santa. Aunque existen infinidad de recetas, te proponemos la más sencilla y rápida, sin alejarnos de lo tradicional.
Es cierto que la tradición de comer torrijas en Semana Santa viene de muy antiguo. Esta costumbre ha llegado a nuestros días desde la Edad Media, cuando se celebraba el final del ayuno de la Cuaresma con un gran festín.
Por aquella época, las torrijas se utilizaban como un postre nutritivo y energizante para celebrar la llegada de la Pascua. Pero siglos después, tras el final de la guerra civil española, se popularizaron en Semana Santa al no permitirse el consumo de carne. Por lo que este dulce se convirtió en una fuente de energía y un alimento que ayudaba a llenar el estómago.
Desde entonces, las torrijas son uno de los dulces más típicos de estos días: consisten en rebanadas de pan empapadas en leche, rebozadas en huevo y fritas en aceite (preferiblemente de girasol). Una vez hechas, es posible espolvorear con azúcar y canela molida. O se pueden bañar en miel o almíbar, lo que proporciona un sabor mucho más dulce.
El resultado es una elaboración exquisita, suave y esponjosa, que combina muy bien y que pueden comerse tanto frías como calientes. Especialmente si sigues la receta fácil y rápida que te proponemos en esta ocasión para hacer las mejores torrijas caseras de Semana Santa.
Aprende a hacer la mejor receta de torrijas para Semana Santa
Hacer torrijas en casa es muy fácil y económico, y además se pueden personalizar al gusto de cada uno. Hay muchas variantes de la receta original, como las torrijas de vino, las torrijas de naranja, las torrijas de chocolate o las torrijas veganas.
Lo importante es elegir un buen pan, que sea consistente y no se deshaga al mojarlo. Puede ser pan del día o pan duro, lo que prefieras. También puedes usar pan especial para torrijas, que suele ser más grueso y esponjoso.
Si te gustan los postres y especialmente las torrijas, pero no tienes mucho tiempo para estar en la cocina, te proponemos esta receta simple y deliciosa para disfrutar en estos días de Pascua. Solo necesitas 20 minutos y podrás hacer unas 8 torrijas, dependiendo del tamaño del pan.
Ingredientes necesarios:
¿Qué ingredientes usamos en nuestra receta? Toma nota: una barra de pan (puede ser del día o duro, eso no importa), 600 ml. de leche (la que más te guste: entera, semi o desnatada), 3 huevos, canela molida para espolvorear, canela en rama, 100 gr. de azúcar y aceite de girasol.
Si deseas hacer una elaboración algo más saludable, puedes sustituir el aceite de girasol por aceite de oliva. Aunque ten en cuenta que esto podría dejar un poco de sabor particular en el resultado final.
Preparación:
Para empezar, ponemos a calentar la leche con el azúcar y dos trozos de canela en rama en una cazuela. Mientras tanto, cortamos el pan en rodajas de unos 2 centímetros de grosor.
Lo que hay que tener en cuenta es el tiempo que dejas el pan remojando en la leche. Si el pan es más fresco, es aconsejable remojarlo menos tiempo, ya que de lo contrario podría deshacerse (y es justo lo que queremos evitar).
Cuando la leche empiece a hervir, y con cuidado de no quemarnos, la vertemos en un plato hondo donde iremos mojando las rodajas de pan una a una. En otro plato hondo, bate los tres huevos. Ponemos a calentar el aceite en una sartén a fuego alto para que las torrijas se frían rápido y no absorban mucho aceite.
Con el aceite caliente y el huevo batido listo, vamos pasando las rodajas de pan por la leche. Evita introducirlas todas a la vez. Es mejor de una en una para que se empapen bien.
Cuando estén blandas pero enteras, procedemos a rebozarlas en el huevo batido, y de ahí las freímos en el aceite. Cuando se doren por un lado, les damos la vuelta y esperamos que se doren por el otro lado. Una vez fritas, las ponemos en un plato o recipiente con papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.
Lo cierto es que se trata de la receta más tradicional para Semana Santa, fácil de hacer y con un resultado simple pero único. Aunque si quieres darles un toque aún más rico, puedes acompañarlas con una bola de helado de vainilla o un poco de canela molida por encima.