Entre los meses de mayo y junio se inicia el mes más importante en la religión musulmana, el ramadán. Este hecho es relativamente desconocido en Occidente pero se trata de un pilar fundamental del islam y de un evento muy importante en la vida de los millones de personas que profesan esa religión.
Con el fin de arrojar un poco de luz sobre este fenómeno, en este artículo describiremos qué es el ramadán, cuáles son sus normas y cuándo empieza y termina, además de su significado dentro del Islam.
¿Qué es el ramadán? Normas del mes de ayuno
El ramadán es el mes en el que se lleva a cabo el ayuno por parte de los seguidores del Islam; este mes ocupa la posición novena en el calendario musulmán. El ayuno del ramadán se practica de manera anual y no siempre durante las mismas fechas, ya que la festividad empieza en un día u otro debido a la posición de la luna.
El término ramadán se usa para referirse a la festividad sagrada, pero también al ayuno per se y proviene de la voz árabe “ramada”, que significa “quemar, ardiente, calor o sequedad”, aludiendo a un período del año en que se queman, expían y perdonan los pecados cometidos por los fieles.
Durante el mes del ramadán los musulmanes tienen prohibido comer absolutamente cualquier tipo de alimento desde la salida del sol hasta el atardecer. El ayuno debe realizarse, como veremos más adelante, con plena conciencia del ritual religioso que se está llevando a cabo.
El ayuno durante el ramadán es obligatorio para todos los musulmanes excepto para las personas mayores, los enfermos graves y los crónicos, las mujeres embarazadas, las mujeres lactantes o aquellas que estén en el período de menstruación.
Durante este mes de ayuno, además de no comer durante las horas de luz, los musulmanes deben abstenerse de consumir líquidos, fumar, tener relaciones sexuales y pecar de cualquier forma posible.
La abstención del pecado suele consistir en evitar mentir, dar falso testimonio, insultar, hablar mal a las espaldas de alguien, maldecir y pelear, a menos que sea en defensa propia.
¿Cuándo empieza y termina?
El hecho de que el calendario en el mundo musulmán se rija a partir de las posiciones de la luna implica que el ramadán no se celebra en las mismas fechas todos los años.
El ramadán tiene una duración habitual de entre 29 y 30 días, y el comienzo del ayuno siempre se establece en el inicio de la luna creciente -justo en el avistamiento de esa luna, tal y como indica el Corán.
Las sagradas escrituras establecen el inicio y el final del ayuno del ramadán; en concreto, la celebración del ramadán empieza con la aparición de la luna en el último día del octavo mes del ramadán, llamado Shaabán.
Aunque estas son las directrices tradicionales que aparecen en el Corán para la celebración del ramadán, en la actualidad en gran parte de países musulmanes los horarios del inicio y el fin del ayuno durante el ramadán se consultan por internet, buscando normalmente la hora exacta del atardecer en el país en el que se viva.
Al tener como referencia los ciclos lunares, el ramadán no empieza siempre en las mismas fechas; de hecho, su inicio empieza cada año unos 11 días antes del año anterior. El ramadán del año 2020 empieza el 23 de abril y termina el 23 de mayo, cumpliendo un período de 30 días.
Significado y creencias
El ramadán es un mes sagrado para los musulmanes: durante este mes se conmemora la primera revelación del Corán al profeta Mahoma según la tradición islámica. Se considera que, en los inicios de la religión islámica, el ayuno fue una forma de poner a prueba la fe de los nuevos creyentes en Dios, así como su sometimiento.
La celebración del ramadán tiene una fuerte motivación religiosa y de adoración a Dios; sin embargo, existen otros motivos para realizar el ayuno. Uno de esos motivos es la purificación, que según los creyentes se lleva a cabo durante el mes de ayuno, e impide comer nada hasta la puesta del sol.
Otro factor decisivo a tener en cuenta para la celebración del ramadán es el autocontrol y la fuerza de voluntad. Tal y como se ha indicado, el ayuno debe realizarse con un estado mental determinado, con plena conciencia del sacrificio que se realiza y del sufrimiento que este conlleva.
El ramadán también sirve para poner a prueba la voluntad del creyente y para demostrar su capacidad de privación a la hora de ayunar, así como su compromiso y su fe inquebrantable en el Dios del Islam.