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Persona examinando la espalda de una mujer

Quiropraxia: en qué consiste y cuándo ir a un quiropráctico

Conocemos en qué consiste esta técnica de manipulación de la columna vertebral y cuándo acudir a un quiropráctico.

La quiropráctica es una técnica médica complementaria que trata los problemas de espalda y otras lesiones mediante el sistema musculoesquelético. Su enfoque principal es el cuidado de la columna vertebral.

Su aplicación está muy extendida y cada vez son más los pacientes que acuden a un quiropráctico para mantener el cuidado de la espalda y para solucionar dolencias relacionadas con el sistema neuromuscular.

En este artículo os contamos en qué consiste exactamente la quiropraxia, qué hace un quiropráctico y si realmente funciona este tipo de terapia física.

¿Qué es y en qué consiste la quiropráctica?

La palabra quiropráctica proviene de las palabras griegas cheir (manos) y praxis (práctica). Como su nombre indica, es una terapia práctica. Generalmente se clasifica como medicina alternativa o medicina complementaria.

Esta técnica se basa en la aplicación de presión en la columna vertebral  de una persona o a otras partes del cuerpo por un quiropráctico calificado. Esta presión permite al profesional ajustar y corregir la alineación de su paciente.

Columna vertebral de una mujer de espaldas
Los quiroprácticos tratan la columna vertebral | Getty Images

Este tipo de terapia física tiene como objetivo reducir el dolor y mejorar la función mecánica, o la forma en la que una persona se mueve.

La quiropraxia moderna se basa en un modelo de cuidado espinal, pero no siempre ha sido así. Tradicionalmente, se basaba en la creencia de que los problemas localizados en la columna vertebral causaban enfermedades a través del sistema nervioso central. Esta creencia ya no es oficialmente parte de este tipo de medicina.

La teoría quiropráctica ha evolucionado desde entonces. Cada vez es más aceptado como un tratamiento para el dolor musculoesquelético. Los quiroprácticos modernos, en su mayoría, se definen como practicantes exclusivamente musculoesqueléticos con un énfasis especial en el dolor espinal.

El sistema musculoesquelético está formado por los músculos, huesos, articulaciones, cartílagos y tendones. Permite a las personas moverse y protege los órganos.

Si decidimos acudir a un quiropráctico, es importante saber de antemano en qué consiste una sesión de quiropraxia y cuáles son los métodos que utiliza para tratar nuestra dolencia.

En la primera sesión nos preguntarán sobre nuestro dolor musculoesquelético. También nos examinará físicamente, concentrándose en nuestra columna vertebral. Además, puede realizar otras pruebas, como por ejemplo radiografías, para determinar el tratamiento necesario a seguir.

Quiropráctico masajeando el cuello de una mujer
La primera sesión es la más general | Getty Images

Si necesitamos tratamiento, el quiropráctico desarrollará un plan individual. Este tratamiento normalmente implica usar las manos o un dispositivo para aplicar rápidamente una fuerza controlada a una articulación. El objetivo de esto es mejorar la calidad y el rango del movimiento físico.

Otros métodos que se pueden poner en práctica durante el tratamiento son:

1. Calor y hielo.

2. Estimulación eléctrica.

3. Técnicas de relajación.

4. Asesoramiento sobre los factores del estilo de vida que afectan la salud musculoesquelética.

5. Suplementos dietéticos.

¿Quién es y qué hace un quiropráctico?

Un quiropráctico es un profesional de la salud centrado en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos neuromusculares, trabajando en el tratamiento a través del ajuste manual y la manipulación de la columna vertebral.

La mayoría ellos buscan reducir el dolor y mejorar la funcionalidad de los pacientes, así como educarlos sobre cómo pueden mejorar su salud a través del ejercicio, la ergonomía y otras terapias para tratar el dolor de espalda.

Quiropráctico masajeando la espalda de una mujer
El quiropráctico te ayudará a reducir el dolor | Getty Images

¿Es una terapia efectiva?

Cada vez existen más pruebas que sugieren que la quiropraxia  puede ser un tratamiento eficaz para determinadas dolencias. Una de ellas es el dolor cervical. Según un estudio hecho en 2007, la realización de sesiones quiroprácticas en el lugar de trabajo pueden reducir el dolor de cervicales entre los trabajadores de la oficina.

También sirve para tratar el dolor en la parte inferior de la espalda. Un estudio realizado en 2016 encontró pruebas de que esta terapia física puede ser tan efectiva para el dolor en la parte inferior de la espalda como la terapia física.

También se estipuló en 2017 que la terapia de manipulación espinal se asocia con mejoras modestas en el dolor y la función de las personas con afección lumbar.

Otra de las dolencias que se puede trabajar con la quiropraxia es el dolor en el pecho. Un estudio de 2016 demostró que la atención quiropráctica es más eficiente que el autocontrol para el dolor en el pecho. Puede verse como un buen enfoque de atención primaria para las personas con dolor torácico no específico.

A medida que la profesión ha evolucionado, la quiropraxia  ha ganado legitimidad como práctica médica complementaria. En algunos países, ahora se considera parte de la medicina convencional.

En Suiza, esta terapia se considera una profesión médica primaria. Según un artículo de 2016, el los estudios y programa de capacitación que realizan los quiroprácticos en ese país los hace expertos en el cuidado de la columna vertebral.

Quiropráctico masajeando el brazo de un hombre
La quiropraxia ha ganado legitimidad como práctica médica complementaria | Getty Images

No obstante, no hay evidencia científica de que la quiropráctica funcione como un tratamiento para afecciones de salud que no están relacionadas con el sistema musculoesquelético.

¿Tiene efectos secundarios?

Como hemos comentado anteriormente, el ajuste quiropráctico consiste en manipular la columna vertebral. Esta acción puede causar algunos efectos secundarios leves como:

1. Aumento del dolor.

2. Incomodidad.

3. Rigidez muscular.

4. Dolor de cabeza.

5. Cansancio.

Un estudio realizado en 2007 examinó la seguridad de este tratamiento para el dolor cervical. Encontró que aunque los efectos secundarios eran comunes, rara vez eran graves o duraderos. El estudio concluyó que los beneficios de esta práctica para el dolor de cervicales son mayores que los riesgos potenciales.

También se ha demostrado que el tratamiento quiropráctico para las personas que padecen dolor en la parte inferior de la espalda es seguro. Un estudio realizado en 2016 no encontró efectos secundarios graves para el dolor lumbar.

Los posibles efectos secundarios mencionados anteriormente, suelen manifestarse después de realizar la sesión, sin embargo no suelen durar más de 24 horas.