Los bancos se preparan para un aluvión de quejas por parte de los clientes. Y es que las entidades financieras han empezado a adoptar una actitud muy conservadora en cuanto a la concesión de préstamos.
Cada vez rechazan más solicitudes de hipotecas, llegando incluso a denegarlas a personas con un trabajo fijo. Esto se debe sobre todo a su intención de no asumir riesgos. En el actual escenario económico, marcado por la inflación y las subidas de los tipos de interés, el riesgo de morosidad se podría disparar.
Los bancos podrían denegarte la hipoteca
Uno de los afectados por esta medida es Raúl Teba, que narra su experiencia al diario ABC. Cuenta con un trabajo indefinido que le reporta mensualmente unos ingresos netos de 1.300 euros y carece de deudas.
En principio podría decirse que es el tipo de cliente que le gustaría tener a cualquier banco. Pero el comportamiento de las entidades bancarias ha dado un giro radical. Ya no conceden los préstamos hipotecarios con tanta facilidad.
"Me denegaron la hipoteca por mi profesión, pese a ser fijo y tener antigüedad", denuncia. Trabaja en MediaMarkt, algo que no ha convencido a los responsables del banco.
Este joven tiene pareja, y entre los dos suman 2.500 euros al mes. En este caso concreto, el mayor impedimento puede ser el préstamo de un coche que ella aún está abonando. Ante eso, la recomendación que le hicieron a Raúl es que lo solicitara solo.
Ya lo tenía todo preparado para adquirir su primera vivienda. Estaba a las afueras de Móstoles y el crédito iba a ascender a 85.000 euros. Después de facilitar toda la documentación y de analizar su situación, la cuota iba a quedarle en 320 euros al mes.
Solo le suponía un esfuerzo del 25%
Suponía un esfuerzo financiero inferior al 25% sobre sus ingresos en solitario. Por lo tanto, estaba incluido dentro del margen que se considera como saludable. La opción elegida era una hipoteca mixta porque "la fija nos la descartaron desde el principio".
Como suele ser habitual, la entidad en cuestión le remitió su petición al departamento de riesgos. Fue ahí cuando le dieron malas noticias. Le negaron el préstamo al considerar que "mi profesión no es segura".
Admite que sintió mucha rabia y decepción. Durante muchos años estuvo viviendo de alquiler, abonando sin impagos 700 euros al mes. Esto suponía más del doble de lo que afrontaría por la hipoteca.
Más de un tercio de las hipotecas se descartaron
El caso de este joven no puede considerarse de aislado. Cada vez más personas, con empleo y una buena situación económica se encuentran con este impedimento por parte de los bancos.
La red de intermediación financiera Finanzate ofrece una serie de datos que dejan al descubierto el gran problema al que se enfrentan los ciudadanos. Durante el primer trimestre del año, "más del 30% de los créditos solicitados por particulares se denegaron". Indican que se trata de un porcentaje superior al registrado en 2022.
Detrás de estas medidas adoptadas por los bancos se esconden una serie de factores. Entre ellos, el que más pesa ahora es un historial de crédito deficiente. "El 68% de las hipotecas rechazadas argumentan este motivo", apuntan.
En segundo lugar esgrimen los ingresos insuficientes, que afecta al 31% de los casos de rechazo. Por su parte, la tercera justificación es contar con una carga financiera preexistente elevada, con un 22%.
El cuarto motivo para denegar el préstamo es tener un empleo inestable. Explican que los más perjudicados por esta situación son los menores de 30 años y los mayores de 55. Ellos abarcan la mayoría de negativas.
De esta manera, las entidades bancarias tratan de cubrirse las espaldas para no sufrir impagos. Algo que podría incrementarse con las subidas de los tipos de interés.