Se acerca la jubilación y después de casi toda una vida de esfuerzo, sacrificio y trabajo muchos mayores quieren vivir lo que no han podido experimentar antes por su frenética vida laboral o familiar.
Las personas mayores de 60 años, con el paso del tiempo, han acumulado una valiosa experiencia y sabiduría que les permite apreciar aún más las pequeñas cosas de la vida. A medida que llegan a esta etapa, muchas de ellas experimentan un deseo profundo de vivir nuevas experiencias y exprimir al máximo el dinero que han ahorrado a lo largo de los años.
Estas personas reconocen que el tiempo es oro y desean, al fin, utilizarlo de la mejor manera posible. Han trabajado arduamente para construir un patrimonio financiero sólido y ahora anhelan invertirlo en experiencias significativas y gratificantes.
Entre las opciones posibles, pueden optar por viajar a destinos exóticos que siempre han soñado visitar, sumergiéndose en diferentes culturas y descubriendo nuevos horizontes. También practicar deportes extremos o explorar lugares naturales impresionantes.
Además, muchas de estas personas mayores comprenden la importancia de invertir en su bienestar y en su crecimiento personal. Pueden buscar oportunidades de aprendizaje, participar en cursos, talleres o seminarios que les permitan adquirir nuevas habilidades.
Sin embargo, hay personas que, por su condición de vida o experiencias, llegan a su jubilación con poco dinero ahorrado. Aun así, ellos cuentan con una opción más que interesante si quieren obtener una enorme suma de dinero: vender su casa en nuda propiedad.
¿Qué es la nuda propiedad?
La nuda propiedad es el derecho de propiedad exclusivo sobre un bien (en este caso, una vivienda) sin el derecho de uso y disfrute del mismo, que puede estar en manos de otro individuo como usufructuario.
Se trata de un concepto legal que está en auge y que separa los derechos de propiedad y los derechos de uso y disfrute de un activo. Cuando una persona es propietaria de la nuda propiedad de un bien, tiene el título de propiedad y todos los derechos asociados a la propiedad, como la capacidad de vender, transferir o gravar el bien.
Sin embargo, no tiene el derecho de utilizar o disfrutar del bien ni de percibir los beneficios económicos que pueda generar, como rentas, intereses o dividendos.
El usufructo, por otro lado, es el derecho de uso y disfrute de un bien. En el caso de la nuda propiedad, el usufructo puede estar en manos de otra persona distinta al propietario de la nuda propiedad.
Esta otra persona, llamada usufructuario, tiene el derecho de uso y disfrute del bien durante un período de tiempo determinado o hasta su fallecimiento.
Crece la demanda de la nuda propiedad de un inmueble
Con las condiciones anteriormente descritas, los mayores pueden vender la nuda propiedad de su inmueble sin la necesidad de abandonar su casa.
Las estimaciones aseguran que, aproximadamente, se puede percibir entre el 35 y 95% del importe de la tasación de la vivienda, por lo que permite al vendedor recuperar gran parte de lo gastado durante su vida.
Además, resulta también una operación beneficiosa para el comprador, puesto que adquiere una vivienda a menor precio, con la condición de esperar para poder disfrutar de ella.
Por otro lado, el mayor puede percibir una gran cantidad de dinero y usar este dinero como complemento a su pensión y/o ahorros. Un dinero que le puede permitir viajar y vivir las experiencias que siempre ha deseado.
El consultor inmobiliario y promotor del 'I Salón Inmobiliario de la Nuda Propiedad', Eduardo Molet, asegura que esta clase de venta se incrementó un 48% en 2022 con respecto al año anterior. Esta cifra deja claro cómo ha aumentado.