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Imágen de una cuchara echando aceite en el suelo

¿Qué debes hacer con el aceite usado?

El aceite sobrante muchas veces acaba tirándose por el fregadero, lo que genera un grave problema de sostenibilidad

En los últimos años se están implantando sistemas de recogida de aceite doméstico e instalando en las calles de muchas localidades un nuevo contenedor que facilita a los consumidores su recogida y permite su aprovechamiento, evitando la contaminación de acuíferos y otros ecosistemas, además de reducir la emisión de CO₂ en la atmósfera.

¿Cuál es la capacidad contaminante del aceite?

Cuando vertemos aceite en un vaso de agua, inmediatamente advertimos que no se mezclan, y que, debido a su menor densidad, el aceite se sitúa en la parte superior del vaso, creando una capa que “flota” en el agua. Esto es exactamente lo que sucede a gran escala cuando se producen grandes vertidos de aceites en ríos y mares, y una de sus causas es la inadecuada gestión en el ámbito doméstico. 

El problema es que esta capa impide la transferencia de oxígeno y otros componentes entre el aire y el agua, con lo cual la vida que albergan estos ecosistemas subacuáticos se resiente.

Imágen de un charco de agua repleto de aceite en la superficie
El aceite sobrante muchas veces acaba tirándose por el fregadero | Getty Images

Por otra parte, la presencia de esta sustancia en los acuíferos deteriora la calidad del agua que algún día ha de volver a nuestros grifos, dificultando y encareciendo, además, los procesos de depuración de la misma. 

Sin contar el deterioro que se produce en las tuberías y a las redes de suministro y saneamiento, lo que conlleva grandes gastos a nivel particular y de las arcas públicas, que sufragamos entre todos. Si pensáramos en arrojarlo a cualquier otro ecosistema las consecuencias tampoco serían mejores.

Solo hay que pensar en lo que le sucedería a una planta si la cubrimos con aceite, de nuevo esta sustancia provocaría que una fina capa cubriera la planta aislándola del aire, y también del agua que “resbalaría” por la superficie del aceite. Lo mismo ocurriría con las tierras cercanas que se cubrieran de aceite, quedarían en gran medida impermeabilizadas, al menos durante un tiempo.

El aprovechamiento como biocombustible

Por tanto, la cuestión a la que nos enfrentamos es, ¿Qué hacer con ese aceite? Una de las posibilidades es lo que químicamente se conoce como saponificación, obteniéndose como resultado final el jabón y glicerina. Este proceso actualmente se está llevando a cabo por algunas ONG que tienen convenios con establecimientos de restauración o incluso, recogen el aceite de particulares que colaboran con estas iniciativas.

Imágen de un chorro de aceite cayendo dentro de un recipiente de agua
El consumidor puede depositar el aceite usado en los contenedores habilitados | Getty Images

Otra posibilidad de aprovechamiento ha venido de la mano del desarrollo de las energías alternativas, concretamente de los biocombustibles. Debido al progresivo agotamiento de los combustibles fósiles tradicionales, la búsqueda de energías alternativas ha pasado a ser una prioridad para los Estados, destacando la bioenergía, que es la producida a partir de biocombustibles como nuestros aceites usados. 

El consumidor puede depositar el aceite usado en los contenedores habilitados para ello o llevarlo a un punto limpio. Tras su recogida, estos residuos, una vez tratados, se utilizarán como materia prima en las fábricas que producen biodiésel.

Tan solo en una única Comunidad de España se pueden llegar a gestionar 6.500 toneladas de aceite doméstico usado, con la capacidad de tratar 30.000. 

Imágen de un chorro de aceite cayendo en una balsa de aceite
La presencia de esta sustancia en los acuíferos deteriora la calidad del agua| Getty Images

Con relación al aceite y a la separación y depósito de los demás residuos domésticos, queda mucho por hacer en el ámbito de la concienciación ciudadana.

Un consumo responsable, sostenible y solidario, y exponer a la población y a sus hábitos cotidianos de consumo, inciden en la conservación del medio natural, en su salud y calidad de vida. Además, puede llegar a presentar una serie de alternativas más ventajosas para producir una transformación social y cultural en este sentido, y poder subsistir a base de dar a los productos una nueva vida y un fin ecológico y sostenible.