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Variedad de láctoes: queso, yougur, leche, mantequilla

11 productos lácteos: el yogur y otros derivados de la leche

El yogur, el queso, la mantequilla o el kéfir son algunos de los productos lácteos más populares.

¿Cuáles son los productos lácteos más populares en el mundo? En este artículo revisaremos 11 de los derivados de la leche más consumidos a nivel mundial o característicos por algún motivo concreto: la propia leche, el yogur, el queso, la mantequilla, la nata (crema de leche), el helado, la cuajada y el kéfir.

¿Qué son los productos lácteos?

Los lácteos son productos que se fabrican a partir de la leche de animales mamíferos como las vacas, las ovejas, las cabras, las yeguas, los búfalos o los camellos; el origen de la leche varía en función de los ganados disponibles en la región del mundo donde se lleve a cabo la preparación.

Este tipo de alimento es muy habitual en la dieta de personas de prácticamente todo el planeta, a excepción de buena parte del Este y del Sureste de Asia y de algunas zonas del centro de África.

Mujer bebe leche de un vaso
El consumo de leche está muy extendido | Getty Images

A pesar de que los derivados lácteos son ricos en proteínas (principalmente del tipo de las caseínas), en hidratos de carbono (el más importante es la lactosa) y en menor medida en otros nutrientes, también contienen cantidades elevadas de ácidos grasos y si se consumen en exceso pueden aumentar peligrosamente los niveles de colesterol y de triglicéridos -lo cual explica la asociación del abuso de lácteos con los trastornos circulatorios y metabólicos.

Lista de 11 derivados de la leche

Los productos lácteos más populares son la leche, el yogur, el queso, la nata, la mantequilla, la cuajada y el kéfir, entre otros. Algunos de estos requieren un proceso de fermentación, mientras que en otros casos esto no es así.

Veamos cuáles son las características principales de los 11 tipos de derivados de la leche más consumidos en todo el mundo o que resultan destacables por algún otro motivo.

1. Leche

La leche es producida por las glándulas mamarias de los animales mamífero hembra -incluyendo las mujeres humanas. Su función evolutiva es la de proporcionar alimento a las crías durante la etapa inicial de sus vidas.

No obstante, en la actualidad las personas no necesitamos la leche materna para nutrir a los bebés, ya que se pueden usar la leche de animal y otros productos que actúan como sustitutos.

2. Cuajada

La cuajada es un lácteo cremoso que se elabora con leche coagulada con cuajo, una sustancia que puede provenir de animales, vegetales, microbios o ser sintética. Es habitual añadirle azúcar, miel, nueces, trozos de fruta y otros alimentos para mejorar su sabor.

Un hombre comprando leche en un supermercado
La mayoría de nosotros compramos la leche en los supermercados | Getty Images

3. Mantequilla

La mantequilla se obtiene al batir leche o crema de leche, que puede ser fresca o fermentada. Se puede comer untada en pan, como ingrediente alimentario (por ejemplo para salsas) y como sustituto del aceite.

A pesar de lo que muchas personas creen y de que se use como sustitutivo de la mantequilla, la margarina no es un producto lácteo porque se prepara a partir de aceites vegetales y no de algún tipo de leche. Por tanto, la margarina es apta para veganos y la mantequilla no, aunque la segunda suele ser más saludable al estar menos procesada.

4. Nata (crema de leche)

La nata o crema de leche es una variante de la leche que se puede definir como una emulsión de grasa en agua y que se suele usar para decorar y añadir sabor en repostería, para elaborar mantequilla (a través de un proceso de batido) o helados, entre otros fines.

5. Helado

Los helados hechos con leche son postres muy populares en todo el mundo. Es común mezclarlos con productos saborizantes, generalmente relacionados con las frutas, y edulcorarlos con azúcar o con sustitutos de este ingrediente.

6. Queso

El queso es uno de los derivados lácteos más consumidos a nivel mundial. Desde un punto de vista nutricional, destacan particularmente sus concentraciones de proteínas y de grasas.

Existen muchos tipos de queso que se preparan de formas muy diversas; algunos de los más famosos son el manchego, el gouda,  el cheddar, el roquefort, el brie o el provolone.

Queso junto en una mesa
Hoy en dñia hay miles de quesos a nuestro alcance | Getty Images

7. Yogur

El yogur se prepara fermentando leche con bacterias, que hacen que la lactosa se transforme en ácido láctico, otorgando al producto resultante su textura cremosa y su sabor amargo característicos.

A nivel nutricional el yogur es considerado particularmente rico en vitamina B12 y riboflavina, y también contiene cantidades significativas de proteínas, fósforo y selenio.

8. Kéfir

El kéfir o búlgaros es un producto fabricado con leche fermentada a través de bacterias y hongos que es originario del Cáucaso, una región montañosa situada en el límite entre Europa y Asia.

El aumento de la popularidad del kéfir en los últimos años se puede enmarcar en el auge general de los productos probióticos, a los que se atribuyen propiedades muy beneficiosas para la digestión y en concreto para los problemas de estreñimiento.

9. Leche en polvo

Este producto derivado de la leche se prepara al someter leche pasteurizada a un proceso de deshidratación por evaporación. El polvo de leche se disuelve en agua para su consumo, y su ventaja con respecto a la leche líquida es que no requiere conservación en frío y en consecuencia puede ser conservado durante más tiempo y con mayor facilidad.

10. Leche condensada

La leche condensada se prepara a partir de la deshidratación parcial de leche de vaca, junto con la introducción de azúcar; esto resulta en un producto lácteo dulce, con una vida útil larga y muy usado en postres lácteos -por ejemplo, platos de América Latina como las tres leches o el quesillo venezolano. También es popular como complemento para el café.

11. Leche de fórmula para bebés

La fórmula para bebés es un alimento derivado de la leche (por lo general de vaca) que se utiliza para sustituir la leche materna durante la lactancia, sobre todo en países pobres.

En las últimas décadas la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones han desincentivado el uso de leche de fórmula porque su consumo ha sido relacionado con un posible aumento de la mortalidad infantil. En concreto, un estudio de Anttila-Hughes y colaboradores (2018) afirma que únicamente en el año 1981 la fórmula para bebés de la marca Nestlé causó la muerte de 66 mil bebés en el mundo.