La subida de las temperaturas tiene más efectos negativos de los que podríamos pensar. Hay sectores que realmente están teniendo problemas a la hora de poder sacar rendimiento económico a su actividad laboral. De ahí que sean necesario que se aprueben medidas en forma de ayudas.
El aceite es uno de los productos que más perjudicado está saliendo de esta situación de sequía y altas temperaturas. Su precio no hace más que subir ante la escasez del producto, algo que influye a todos los eslabones de la cadena. Y es que está batiendo récords día tras día.
A día de hoy, el aceite de oliva virgen extra tiene ya un precio cercano a los 7.000 euros por tonelada. Incluso hay operaciones que han superado este precio. Algo que hace años era impensable, pero que ahora se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los agricultores.
Tanto esta variedad como la lampante no dejan de alcanzar niveles históricos en sus cotizaciones. En el caso de la segunda, recientemente ha visto como se incrementaba el precio por tonelada hasta en 200 y 300 euros. Y la situación no parece que vaya a ir a mejor.
Como ya hemos comentado, la sequía y las altas temperaturas que en las últimas fechas están presentes en nuestro país son el problema. Estas provocan que las existencias actuales sean muy limitadas y tampoco está previsto que la producción vaya a ser mucho mayor. Todo por los daños que han sufrido la floración y el cuajado.
Baja el consumo de aceite de oliva
La principal consecuencia de todo lo que te acabamos de contar es el precio de venta que acaba teniendo el producto. Desde hace semanas estamos viendo cómo esta variedad de aceite va subiendo de precio en el supermercado. Esto afecta directamente al bolsillo del consumidor.
Por eso mismo, se ha registrado en nuestro país una baja del consumo de este producto. Los clientes ya no lo ven como un básico de su compra, ya que el precio que ha alcanzado hace que esta aumente considerablemente. De ahí que opten por opciones más económicas, aunque no sean de la misma calidad.
En este sentido, ya hace tiempo que las cadenas de supermercados estaban avisando de lo que podía pasar. Las iniciativas para abaratar los costes de los productos y hacer la cesta de la compra más asequible están a la orden del día. Pero con el aceite se introdujeron peros.
Una de las más claras en este sentido fue Mercadona. Cuando anunció que iba a bajar el precio de algunos de sus productos progresivamente, explicó que el aceite iba a ser uno de ellos. Eso sí, añadiendo una aclaración que decía que eso sería así, siempre y cuando no hubiera problemas de abastecimiento, como ocurre ahora.
Ayudas para paliar este problema
España es el mayor productor de aceite de oliva, de ahí que sea necesario intervenir para que el problema no vaya a más. Por eso mismo, el Ministerio de Agricultura tiene previstas unas ayudas para paliar los daños de las sequías. Y el del olivar será uno de los sectores que podrá beneficiarse de ellas.
Este problema también ha llegado a Europa, concretamente a la Comisión Europea. Esta ha anunciado recientemente que destinará a nuestro país un poco más de 81 millones de euros procedentes de la reserva agrícola de la Unión Europea.
No le será tan fácil al sector conseguir los beneficios obtenidos a través de la Ley de Restauración de la Naturaleza que propone la Comisión Europea a través de su Pacto Verde. Esta busca rehabilitar aquellas zonas más degradadas. Por ahora, la Comisión de Medio Ambiente no termina de ponerse de acuerdo sobre ella.