A muchas personas nos sucede que, aunque tengamos una fecha límite de entrega de alguna tarea, en vez de llevarla a cabo nos ponemos a hacer otras cosas de menor importancia, como consultar el e-mail, las redes sociales, mirar vídeos, etc. Sabemos que deberíamos estar trabajando pero no tenemos ganas de hacerlo.
Esta acción tiene un nombre, procrastinar, y consiste en demorar, desperdiciar nuestro tiempo libre y posponer tareas importantes que deberíamos hacer hasta que ya es demasiado tarde. Después nos sentimos mal por no haber comenzado antes.
Muchas personas repiten este ciclo constantemente y les cuesta mucho dejar de procrastinar. Por si necesitas saber cómo no procrastinar, te explicamos unos consejos para dejar de procrastinar.
¿Qué es la procrastinación? Significado del término
La procrastinación es cuando evitamos realizar una tarea que debe realizarse en un plazo determinado; como vemos, el significado de “procrastinar” es similar al de “posponer”. Consiste en un retraso habitual o intencionado al comenzar o finalizar una tarea aunque sepamos que puede tener consecuencias negativas.
Procrastinar es una actitud humana bastante común que implica la demora de tareas cotidianas o relevantes como por ejemplo asistir a una cita, presentar un informe de trabajo o trabajo académico o abordar un tema estresante con un compañero.
Aunque normalmente la procrastinación se concibe como un rasgo negativo debido a su efecto obstaculizador en la productividad de la persona, a menudo está asociado a la depresión, la baja autoestima, la culpa o la autopercepción de insuficiencia. También se puede considerar una respuesta inteligente a ciertas obligaciones que podrían comportar resultados peligrosos o negativos o que requieren que llegue nueva información.
Según la definición de la RAE, procrastinar es diferir, aplazar, posponer. Por lo tanto, en un contexto laboral, la procrastinación implica el hábito de posponer tareas o situaciones que deben llevarse a cabo, sustituyendolas por otras menos importantes, irrelevantes o más agradables.
¿Cómo dejar de procrastinar?
Dejar de procrastinar no es fácil, ya que somos nosotros mismos los que adoptamos esta actitud. Por esta razón es importante seguir una serie de pasos y consejos para no procrastinar y evitar posponer las tareas que tenemos que llevar a cabo.
1. Divide tu trabajo en pequeñas tareas
Una de las razones por las que posponemos y aplazamos es porque, de manera más o menos inconsciente, encontramos el trabajo demasiado abrumador. En este sentido es mejor dividirlo en partes pequeñas y concentrarse sólo en una de ellas a la vez. Si después de haberla dividido aún la seguimos posponiendo, entonces la dividimos aún más. Así la tarea llegará a ser tan simple que no nos supondrá ningún esfuerzo hacerla.
Cuando tengamos dividida la tarea en otras más pequeñas, nos tenemos que concentrar solo en la que nos toca hacer en aquel momento, sin pensar en el resto de fases. Cuando terminemos, entonces nos centramos en la siguiente.
2. Cambia tu entorno
Otras de las cuestiones a tener en cuenta para dejar de procrastinar es el entorno. Cada entorno tiene un impacto determinado en nuestra productividad. Tenemos que tener en cuenta que un entorno que nos hace sentir inspirados y con ganas de trabajar después de un período de tiempo puede perder su efecto. Si ese es el caso, entonces es hora de cambiar las cosas y renovar nuestro entorno y área de trabajo.
3. Crea una línea de tiempo con plazos específicos
Tener solo una fecha límite para realizar el trabajo es como una invitación a posponer y procrastinar. Esto nos pasa porque tenemos la impresión de que tenemos tiempo suficiente para realizarlo y seguimos posponiéndolo todo hasta que es demasiado tarde.
Como hemos dicho anteriormente, tenemos que desglosar el proyecto en subtareas y luego crear una línea del tiempo general con fechas límite específicas para cada tarea pequeña. De esta manera, sabemos que tenemos que terminar cada tarea en una fecha determinada.
La línea del tiempo también tiene que ser sólida, es decir, si no terminamos la tarea para la fecha prevista, se pondrá en peligro todo lo que hayamos planeado después de eso. De esta manera nos creamos la urgencia de actuar.
4. Elimina tus distracciones
Si tardamos demasiado en realizar la tarea porque nos distraemos, tenemos que deshacernos de las distracciones que nos rodean, como las redes sociales, el correo electrónico, la consulta de determinadas páginas web, etc.
Muchas personas ante esta situación desactivan internet si no lo necesitan para desarrollar su tarea, guardan el móvil en un cajón en silencio y fuera de su alcance, desactivan las notificaciones del correo electrónico, etc. Tenemos que ser conscientes de las repercusiones de nuestras pequeñas acciones para el cumplimiento del objetivo que nos hemos marcado.
5. Sal con gente que te inspire a actuar
Las personas con las que estamos influyen en nuestros comportamientos. Tenemos que identificar a personas,amigos o colegas productivos y trabajadores y salir con ellos más a menudo. Pronto adoptaremos su impulso y también su espíritu.
Tenemos que ponernos en contacto, ya bien sea por correo electrónico o personalmente, con personas de nuestro ámbito de trabajo y hablar de vez en cuando con ellos para inspirarnos, dar consejos y animarnos. Este es uno de los métodos más eficaces para evitar la procrastinación.
6. Habla con otros sobre tus metas
Otro consejo para dejar de procrastinar es decirle a todos tus amigos, colegas, conocidos y familiares qué proyectos estás realizando. Ahora, cada vez que los veas, probablemente te preguntarán por el estado de estos proyectos.
Puedes también publicarlo en las redes sociales o en tu blog; de esta manera te sientes responsable y comprometido y costará más aplazar la tarea.
7. Busca a alguien que ya haya logrado el resultado
¿Qué es lo que quieres lograr y quiénes son las personas que ya lo han logrado? Ve a buscarlas y contacta con ellas. Ver una prueba de que tus metas son alcanzables si tomas medidas es uno de los mejores desencadenantes para pasar a la acción. Además, ver que otras personas cumplen tus mismos objetivos y tareas te motivará para llevarlas a cabo y no procrastinar.
8. Re-aclara tus metas
Si has estado posponiendo por un prolongado periodo de tiempo, esto podría reflejar un desequilibrio entre lo que quieres y lo que estás haciendo actualmente. Muchas veces superamos nuestras metas a medida que descubrimos más sobre nosotros mismos.
Aléjate de tu trabajo, tómate unos días de vacaciones y dedícate un tiempo para pensar. ¿Qué es exactamente lo que quieres lograr? ¿Qué debes hacer para llegar hasta allí? ¿Cuáles son los pasos a seguir? ¿Tu trabajo actual se alinea con eso? Si no, ¿qué puedes hacer al respecto?
9. No busques el momento perfecto
¿Estás esperando un momento perfecto para hacer esto? ¿Tal vez ahora no es el mejor momento debido a determinadas razones? Olvídate de eso porque nunca hay un momento perfecto. Si sigues esperando, nunca lograrás nada.
El perfeccionismo es una de las principales causas de la procrastinación. Adoptar una actitud perfeccionista puede ser más una pesadilla que algo positivo.
10. No pienses demasiado y simplemente hazlo
Para poder dejar de procrastinar es necesario tomar medidas y pasar a la acción. Puedes hacer todas las estrategias, la planificación y las hipótesis que quieras, pero si no tomas medidas no sucederá nada. De nada sirve quejarse si no tomamos medidas para dejar de posponer las tareas.
A veces pensamos demasiado y le damos demasiadas vueltas a las cosas. Por esta razón, es mejor centrarse en una pequeña acción y hacerla, sin pensar en toda la tarea ni el resto de pasos a seguir. Simplemente hazlo, no pienses en lo que tienes que hacer.
Referencias bibliográficas:
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