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Una taza de té anaranjado junto a hojas de salvia

Los 5 tipos de té: verde, rojo, blanco, negro y azul

Los principales tipos de té se diferencian en función del modo en que se procesan sus hojas.

El té es la segunda bebida más consumida en todo el mundo, superada sólo por el agua. Se prepara a modo de infusión y contiene cafeína y teína, dos compuestos con efectos estimulantes. Esto ha hecho que el té sea una bebida social desde tiempos antiguos.

Los principales tipos de té son el verde, el blanco, el negro, el rojo y el azul; el nombre original del té rojo es “Pu-erh” y el del azul es “Oolong”. En este artículo describiremos las diferencias básicas en sabor, en el aroma y en el procesamiento de cada uno de los tipos de té.

¿Qué es el té?

El té es una bebida que se prepara a partir de las hojas de la planta Camellia sinensis, un arbusto originario del sur y el este de Asia que se conoce popularmente como “árbol del té”.

Se cree que el té se empezó a consumir en China durante el periodo de la dinastía Shang, en el segundo milenio a.C. Inicialmente se utilizaba como planta medicinal pero tardó poco en pasar a consumirse también como bebida estimulante.

Se popularizó en Europa, donde fue introducido a través de las rutas comerciales entre China y Portugal, a partir del siglo XVI. Triunfó especialmente en el Reino Unido, que empezó a producirlo en India (antiguamente una colonia británica) para competir con el monopolio chino. Actualmente estos dos países siguen siendo los mayores productores mundiales de té.

El sabor del té varía en gran medida en función de la variedad de la planta que se utilice, así como del procesamiento al que se someta a las hojas. De este modo podemos encontrar tés suaves y afrutados, especialmente el blanco, mientras que el negro y el rojo tienen un sabor y un aroma mucho más intensos.

La fabricación del té consiste en cinco fases: las hojas se recogen, se deja que se marchiten, se enrollan para darles forma, se oxidan mediante el contacto con el aire y finalmente se deja que se sequen. La variedad de té depende del modo específico en que se aplique este proceso; por ejemplo, la oxidación es muy escasa en el té verde.

Tipos de té y sus propiedades

Los cinco tipos de té principales son el verde, el rojo, el blanco, el negro y el azul. Sus distintas propiedades como bebida dependen sobre todo del modo en que se procesen las hojas, dando lugar a variedades muy distintas. Veamos qué características distinguen a estos cinco tipos de té.

1. Té verde

El té verde es el más consumido en países como China, Japón y Tibet. Al prepararlo, tras dejar que las hojas se marchiten ligeramente, se calientan para minimizar la oxidación; esto explica por qué tiene una baja cantidad de cafeína y un sabor suave. La forma que se da a las hojas al enrollarlas también influye en su sabor.

El té verde, el blanco y el negro provienen de la planta Camellia sinensis, que contiene concentraciones elevadas de polifenoles. Es decir, en antioxidantes. Muchas personas atribuyen beneficios para la salud a los polifenoles, por lo que  se suele decir que el té verde es uno de los más sanos; no obstante, la investigación científica no ha confirmado la existencia de estos efectos.

2. Té rojo (Pu-erh)

Este tipo de té se produce a partir de la Camellia sinensis, como el té verde, pero requiere un proceso de fermentación que dura entre unos meses y seis décadas. Tiene un sabor y un aroma ricos y amaderados.

Aunque en ocasiones se categoriza el Pu-erh como un tipo de té negro por su tono oscuro, esto es incorrecto porque el té rojo se somete a fermentación y el negro no. Esta característica lo distingue también del resto de clases de té.

3. Té blanco

El procesamiento del té blanco es mínimo: simplemente se extraen las hojas más nuevas de la planta y se espera hasta que se marchitan y se secan, por lo que el grado de oxidación es muy bajo. A causa de esto, su sabor y su aroma son más suaves que los de otros tipos de té.

4. Té negro

El té negro se somete a una oxidación más intensa que el resto de tipos de té, lo cual le da su sabor característico, fuerte y sólido. Además este procedimiento hace que su concentración de cafeína sea también particularmente elevada.

Se trata del té más popular en el mundo occidental, especialmente en el Reino Unido, donde se suele tomar con leche y azúcar. También es el que más se utiliza para preparar té helado.

5. Té azul (Oolong)

El nombre original del té azul es “Oolong”. Este término engloba un gran número de variedades de té, algunas de ellas muy oxidadas, mientras que otras son sometidas a un proceso similar al del té blanco.

El té azul tiene un sabor y un aroma suaves pero ricos, con toques florales o bien afrutados. Su intensidad se encuentra en un punto intermedio entre la delicadeza del té blanco y el verde y la solidez del negro.

¿Son tan beneficiosos como parecen?

Si bien es cierto que. como hemos visto, a la mayoría de los diferentes tipos de té se les atribuye propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, etc. Muchas de estas no han podido ser evidenciadas de manera real en personas.

Además, hay que tener en cuenta tanto la cantidad de té que se toma, como si este va acompañado de azúcar o de otros edulcorantes que pueden resultar perjudiciales.

Como en la mayoría de alimentos, un consumo puntual o moderado de té, no tiene porqué resultar dañino para la salud, pero si este se toma de manera excesiva o junto con otros alimentos menos saludables, se convierte en un hábito alimenticio muy poco sano.