Primark es una de las tiendas ‘retail’ que más ha sufrido el confinamiento. Y es que, mientras otras empresas, como Inditex, ofrecían servicio ‘online’, la cadena irlandesa decidió no vender artículos de forma virtual, así como tampoco abrir sus tiendas durante la fase 1 de la desescalada. Primark decidió no abrir sus persianas en las provincias, hasta que se instaurara la fase 2.
Y bien, desde la fase 2, la cadena irlandesa ha decidido reforzar la seguridad privada para que así se cumplan las normas de seguridad e higiene establecidas por el Gobierno. Y es que, tal y como indica el BOE, los espacios deben estar limitados al 40% en cada planta, así como se debe mantener el horario de preferencia para las personas mayores, entre otras medidas de seguridad.
Servicios de seguridad externa
Por eso y, según ha informado el medio ‘Vozpopuli’, la compañía irlandesa cuenta con servicios de seguridad externa, para así poder controlar de forma estricta el aforo. Aún y así, según ha reconocido la empresa, son los propios trabajadores los que se encargan de contar los clientes que entran, y el personal de seguridad está para ayudar y solucionar posibles problemas.
La cadena irlandesa ha optado por un sistema muy distinto al que ha utilizado Inditex que, por lo general, ha decidido no contar con seguridad externa, manteniendo a los vigilantes en las tiendas donde ya contaba con ellos antes del estado de alarma.
Los empleados se reincorporan a sus puestos
A causa del estado de alarma y el confinamiento, Primark tuvo que aplicar un ERTE a sus más de 6.000 empleados. Tras la pandemia y con la reapertura de sus tiendas, Primark ha experimentado un aumento de ventas, algo que ha provocado que se reincorpore el 100% de su plantilla; y eso que, en un inicio, la cadena irlandesa tenía pensado aplicar un ERTE con reducción de jornada hasta el 30 de junio.
No fue hasta finales del mes de mayo cuando la empresa abrió 25 de sus tiendas y, a fecha de hoy, se encuentra en una situación que sorprende a muchos, debido a lo rápido que se está empezando a recuperar pese a no haber vendido ‘online’.