Las cabañuelas se presentan como el método más fiable para predecir el tiempo a largo plazo. Al menos esa es la creencia que tienen las personas del campo. De momento, estos expertos ya han adelantado los dos días en los que lloverá mucho en nuestro país.
Este sistema de predicción, que se inspira en la observación de la naturaleza, ha pasado de generación en generación. Todavía se sigue utilizando hoy en día por los agricultores, que demuestran tener una gran fe en ello.
Hay que diferenciar básicamente entre dos periodos que serán los que determinen las condiciones climatológicas del invierno. En primer lugar entre el 1 y el 13 de agosto. Lo que nos depare estos días ayudará a conocer lo que ocurrirá en los primeros 15 días de los primeros meses del próximo año.
Por su parte, del 13 al 24 de agosto será el periodo que determinará la situación de la segunda quincena de esos mismos meses. Aunque tenga mucha aceptación por parte de la gente de más edad, los meteorólogos desconfían bastante de estos métodos. Principalmente porque carecen de base científica, lo que le resta bastante credibilidad.
Uno de los grandes abanderados de las cabañuelas es el joven burgalés Jorge Rey. En su día se hizo popular por avanzar la llegada de la borrasca Filomena por medio de este sistema. Aquello le hizo ganarse un nombre en el mundo del tiempo.
Las cabañuelas desvelan cómo será el otoño
La gente del campo, de momento, prevé un otoño con precipitaciones regulares y una primavera seca, informa Telecinco.es. Estos vaticinios son bien recibidos por parte de los agricultores, sobre todo por la escasez de lluvias de los últimos meses. Los embalses de las cuencas del sur y del interior se encuentran bajo mínimos.
Estos expertos acumulan muchos años de experiencia reparando en todo lo que acontece a su alrededor. Le prestan una gran atención al comportamiento de los animales y de la naturaleza, sin perder de vista tampoco al cielo. Uno de ellos es José Luis Burgos, un agricultor jubilado, que defiende la fiabilidad de este sistema.
Lo define como "una ciencia empírica", que se fundamenta en la observación de los hechos y la experiencia. Fundamentan sus teorías sobre todo en detalles que pueden pasar inadvertidos para la mayoría. Es el caso, por ejemplo, de la dirección del viento o las presiones.
Estos métodos han ido guiando durante miles de años a la gente del campo. Por entonces no había los sistemas de ahora, que tampoco son capaces de pronosticar con tanta antelación lo que nos deparará el tiempo.
El cambio climático les pasa factura
Agricultores y ganaderos dependen de las condiciones climatológicas, por lo que tienen un ojo siempre puesto en el cielo. Para ellos, tanto agosto como diciembre se presentan como los dos meses más importantes del calendario. Serán los dos periodos que determinen de alguna manera el tiempo que habrá en el año agrícola.
Otro de los grandes sabios en el ámbito de las cabañuelas es Benito Rojo. Este agricultor retirado se atreve a adelantar que habrá dos jornadas especialmente lluviosas durante las próximas semanas. Serán del 8 al 10 de septiembre.
Gran parte de la información que analizan los agricultores procede del observatorio meteorológico que tiene Mariano Bustillo en Palencia. Confiesa al citado portal que no recuerda un verano tan seco en más de 50 años. Explica que no hubo nunca dos meses juntos, como julio y agosto, en los que no haya caído lluvias.
Al parecer, las cabañuelas tampoco se están librando de los efectos del cambio climático. Sus pronósticos se están viendo muy afectados. Admiten que antes acertaban mucho más que ahora.