Pese a la recepción positiva que ha causado la idea de implementar cestas básicas, lo cierto es que los consumidores podrían verse engañados por algunos supermercados. Teniendo en cuenta esta posibilidad, la FACUA ha lanzado una serie de propuestas al Gobierno para tener en cuenta las posibles trampas que podrían llevar dichos establecimientos.
¿En qué consisten las futuras cestas básicas?
Se trata de una propuesta llevada a cabo por los ministros de Trabajo y Consumo del actual Gobierno español, Yolanda Díaz y Alberto Garzón, respectivamente. Y se trataría de una medida que aboga por la inclusión de alimentos básicos, pero variados, que deberían rotar cada semana.
Pensado en sufragar la situación económica de los más necesitados, se aboga por unas cestas con precios asequibles. Eso sí, la idea es que aseguren una dieta económica y variada, asequible para todos los consumidores.
En dicha cesta deberían aparecer productos que respondiesen a la necesidad de consumir carne, pescado, huevos, hortalizas y frutas. Por el momento, a esta medida se ha sumado Carrefour, aunque FACUA-Consumidores en Acción ha advertido de que podría acabar entrañando distintos riesgos.
Las trampas asociadas las cestas de alimento
Teniendo en cuenta las trampas que podrían llevarse a cabo, la asociación pide fijar unos precios máximos con la finalidad de evitar la especulación. Eso, dice, especialmente en aquellos productos donde sí se están produciendo aumentos de los márgenes de beneficios de las propias compañías.
Y piden que el Ejecutivo controle el precio de estos alimentos, con la finalidad de evitar que las diferentes cadenas de supermercados inflen de manera artificial los precios días antes. Lo que se quiere evitar es que parezca que lo adquirido como parte de la cesta básica tiene un gran descuento, cuando en realidad no es así.
Además, advierten al Gobierno de que muchos supermercados podrían tomar ventaja de la fecha de caducidad de ciertos alimentos. Algo que se vería traducido en la inclusión de alimentos con fecha de consumo preferente demasiado próxima.
De este modo, las cadenas de supermercados podrían usar este tipo de cesta como una vía para deshacerse de aquellos alimentos que estarían a punto de caducar sin perder beneficios.
¿Qué otros posibles engaños utilizan los supermercados para vender más?
Y aunque las trampas anteriores puedan sonar de lo más sorprendentes, lo cierto es que no serían las únicas que grandes establecimientos llevan a cabo para ganarse al consumidor.
1. La presentación del producto
Según los expertos, lo primero que hay que intentar para influir en las ventas de un producto es su presentación. Cuando el producto se muestra de forma destacada, es mucho más probable que los clientes lo compren.
Por ejemplo, es mucho más probable que se compren productos de un estante limpio y brillante de frutas o verduras que de un estante desordenado u oscuro. Por ello, los supermercados se esmeran en presentar de forma atractiva todos sus productos.
2. Precios
El precio es, naturalmente, otra cosa importante que puede influir en las ventas de diferentes productos. Cuando eres fan de un producto, es bastante complicado dejar de comprarlo.
De ahí que los productos bajos se ofrezcan primero, para que los clientes los prueben en primer lugar. Después de esto, los clientes a los que les gusta el producto lo siguen comprando más fácilmente, incluso cuando sube el precio.
3. Catas
Especialmente en los supermercados, o en las tiendas de comestibles más grandes, de vez en cuando se ofrecen distintas degustaciones a los clientes. Ya se trate de una amplia selección de lácteos, quesos, pan o carnes, las degustaciones hacen que los clientes compren más de lo habitual los productos degustados.
Como vemos, es esencial conocer estas estrategias y trucos para evitar caer en el error. Y comprar más de lo necesario (y de lo que en realidad necesitamos).