El tabaco es un producto nocivo, y como tal, es una de las principales causas de enfermedad y muerte en el mundo. Para hacernos una idea, el tabaco contiene más de 4.000 compuestos químicos, de los cuales una gran cantidad son carcinógenos.
Fumar tabaco, puede generar y desarrollar enfermedades graves, como enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón, cáncer de boca, enfisema y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Además, hay que tener en cuenta que afecta a los fumadores y a los no fumadores que entran en contacto con el humo del tabaco, los llamados “fumadores pasivos”.
¿Afecta a la salud el tabaco?
La respuesta es sí. El tabaco afecta considerablemente a la salud mental de las personas fumadoras, ya que tienen un mayor riesgo de depresión y ansiedad que las personas que no fuman. Esto es debido a que los fumadores tienen niveles más altos de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. También hay evidencias de que el tabaquismo aumenta el riesgo de padecer esquizofrenia.
Respecto a la salud física hay estudios que demuestran el gran afecto del tabaco en la alimentación. Las personas fumadoras tienen menos hambre y comen menos alimentos nutritivos. Esto puede contribuir a problemas como la anemia y la desnutrición.
En cuanto al sistema inmunológico, este puede verse gravemente alterado, provocando que los fumadores sean más susceptibles de sufrir enfermedades infecciosas como la gripe y el resfriado común. Al tener un registro más bajo de anticuerpos, puede suceder que un simple virus nos cueste mucho más de superar, causándonos síntomas más infecciosos y más severos que en la población media.
La fertilidad y los efectos en los bebés
El tabaco es uno de los motivos más recurrentes en cuanto a la infertilidad de la población adulta. Los fumadores tienen una menor probabilidad de concebir un bebé que las personas que no fuman.
Además, los bebés de madres fumadoras tienen un mayor riesgo de nacer con bajo peso al nacer y de tener síntomas como faltas respiratorias o el síndrome de abstinencia, por la falta de nicotina que tienen al nacer después de haber estado durante toda la gestación recibiéndolo.
Los médicos consideran el aumento masivo del consumo de tabaco, que se ha producido en las últimas décadas, como una terrible epidemia moderna, ya que millones de personas ven su salud disminuida o su vida injustamente acortada, debido a los efectos del tabaco.
Los 10 principios básicos para el ex fumador
- Establecer objetivos realistas: Es importante para evitar recaer en el tabaco.
- Aprende a manejar el estrés: El estrés es uno de los principales motivos por los que muchas personas recaen en el tabaco.
- Evita los lugares donde se permite fumar: Esos lugares destinados a los fumadores estarán repletos de tentaciones para un ex fumador.
- Encuentra actividades saludables para reemplazar el tabaco: Esto incluye cosas como ejercitarse, leer, escuchar música y pasar tiempo con amigos y familiares.
- Evita la compañía de fumadores: Pasar tiempo rodeado de humo de tabaco y personas activamente fumadoras es una tentación para los fumadores.
- Come sano: Una dieta saludable puede ayudar a prevenir la recaída en el tabaco.
- Busca apoyo profesional: Los profesionales pueden ayudarte a desarrollar estrategias para lidiar con la ansiedad y los deseos de fumar.
- Limita el uso del alcohol: El uso excesivo de alcohol puede aumentar la tentación de fumar.
- Practica la meditación: De esta manera reducirás el estrés y facilitará que tu cuerpo no recurra al tabaco para saciar las ganas de fumar.
- Mantente ocupado: Trata de encontrar cosas con las que disfrutes, como deportes, hobbies, actividades voluntarias, etc.