Aunque no exista ninguna regla escrita sobre cómo deben ser comidos los alimentos, hay un gran número de factores que influyen en la decisión. La mayoría nos dejamos llevar por las costumbres de la familia o las culturas en las que nos hemos criado. También es cierto que cada persona acaba optando por una opción u otra dependiendo de la comodidad y las costumbres.
El problema surge cuando no cuentas con la intimidad de tu hogar y tienes que comer delante de otras personas y en otros lugares. Es muy común sentir incomodidad al no saber cómo actuar, pero no te preocupes, porque existen soluciones. En esos momentos interviene el concepto de protocolo, en el que sí encontramos ciertas reglas escritas que te permitirán sentirte un igual con los demás comensales.
Comer con o sin tenedor y cuchillo
Es importante recalcar que la mayoría de estos prejuicios provienen de occidente, donde se cree que comer con las manos es una falta de cultura y de higiene. Si quieres basar esta elección en algún factor, debería ser el de los ambientes formales. Es muy frecuente salir con conocidos o superiores a cenar, pero no saber cómo proceder correctamente.
Una vez sentado, lo ideal sería que prestases atención a los utensilios que se te han puesto en la mesa. Cada uno de ellos cuentan con una función en concreto. Si conoces estas funciones de antemano, te será más fácil reconocer qué tipo de tenedor o cuchillo es el que debes usar.
Lo primero que suele llegar a la mesa es la bebida, con la cual no existe ningún problema. Encontrarás a tu disposición el vaso o la copa de la que deberás beber su contenido. El problema surge con la llegada de los entrantes, sobre todo porque en cada restaurante o establecimiento encontrarás unos u otros. Es necesario prestar atención a la disposición. De esta forma, podrás saber cómo se comen.
Deberás comer con la mano aquellos alimentos que se encuentren en los platos que ocupan el centro de la mesa. Normalmente, son para compartir y se pueden coger con facilidad con la mano. Un claro ejemplo de ello son los hojaldres, los frutos secos o los pinchos. En el caso de las patatas fritas, dependerá del grado de confianza que mantengas con los otros comensales. Si dudas de esto último, lo mejor es optar siempre por el uso del tenedor.
Hay ciertos alimentos, como el pan individual, que se pueden comer con las manos. Siguiendo las normas de protocolo, deberás cogerlo con los dedos pulgares e índices. Podrás mojarlo en las salsas que estén en tu mismo plato.
Existe una disyuntiva cuando se trata de escoger cómo se comen las aceitunas. Cuando están en el centro de la mesa y con intención de ser compartidas, puedes optar por la opción que te resulte más cómoda. Si, por el contrario, forman parte de tu plato, como en el caso de las ensaladas, deberás comértelas con el tenedor.
Las gambas se comen con cubiertos
El verdadero dilema aparece con la presencia del marisco. A veces, comer con tenedor y cuchillo el marisco puede requerir de un esfuerzo y paciencia titánica porque es bastante complicado y exige de tiempo.
Solo las otras y los mejillones cuentan con el apoyo del protocolo para ser comidos con las manos. Si requieres a la ayuda de un tenedor especial para estos alimentos, será mucho fácil.
En el caso de las gambas, lo común es que en casa las personas opten por saltarse el protocolo y acaban comiéndolas con las manos, incluso sorben las cabezas. Esto último queda descartado en cualquier restaurante porque puede ser considerado como repulsivo. Además, deberás haber separado previamente la carne de las cáscaras con cuchillo y tenedor.
¿Te gusta comer langosta? Pues debes conocer que es verdaderamente fácil comerla con tenedor y cuchillo si ya viene abierta. Por el contrario, otros mariscos como los cangrejos o los centollos requieren de más práctica aun abiertos.
Si te encuentras en esta situación deberás recurrir al uso de tus propias manos y al de utensilios especiales para ello. Lo más usual es que los establecimientos dispensen a los comensales de boles de agua o toallitas especiales para que puedan limpiarse las manos.
¿Qué ocurre en el caso de la carne?
Por suerte o por desgracia para ti, lo más normal es que la carne se coma con cuchillo y tenedor. Incluso las que conllevan mayor dificultad, como las costillas. Aunque últimamente, un gran número de establecimientos sirven cuencos de agua con limón para quienes prefieran comer con las manos. Ocurre, sobre todo, en el caso de las alitas de pollo y costillas gracias a las influencias americanas.
Lo importante, es conocer el grado de intimidad entre comensales y a partir de ahí actuar de una forma u otra. Es imprescindible poder disfrutar de las comidas sin el miedo a hacer el ridículo o a parecer poco educado.