Empezar con buen pie el día es lo que le gustaría a cualquier. Por desgracia, esto no siempre es así. La mayoría de los mortales preferirían no ver a nadie a primera hora de la mañana.
El malhumor se puede controlar... si dejas de consumir estos productos:
El malhumor matutino tiene mucho que ver con la persona, con su carácter y la forma de entender el tiempo. Ahora bien, lo cierto es que hay algunos alimentos que no hacen sino aportar su granito de arena para volvernos más irascibles de lo normal.
Se trata de productos que afectan directamente tus estados emocionales a través de tus niveles de serotonina, la llamada 'hormona de la felicidad'. A continuación, te explicamos cuáles son estos populares alimentos que nos convierten en una auténtica bomba a punto de explotarle en la cara a cualquiera:
El Café
El exceso de cafeína puede resultar horrible, y puede provocarnos ansiedad y mal humor. Es cierto que, en pequeñas dosis, el café nos ayuda a despertarnos y a tirar adelante durante el día.
Pero no pocas veces abusamos de esta bebida, ya sea por adicción o por influencia social. Si lo que queremos es evitar el malhumor, deberíamos plantearnos limitar su consumo, y optar, por ejemplo, por un buen té.
Las patatas fritas
Aunque te cueste créelo hay gente que desayuna patatas fritas. Lo peor de todo es que estas, los ganchitos cualquier producto envasado nos genera mal humor a causa de la alta cantidad de sal que llevan.
Tampoco ayudan mucho los aceites usados para su preparación, que suelen disminuir la actividad cerebral y cabrearnos. Además, son auténticas bombas de calorías, lo que las convierte en una de las peores opciones para desayunar.
Los refrescos
Las bebidas con gas contienen una gran cantidad de azúcar. Su ingesta se produce casi sin darnos cuenta, ya que los fabricantes disimulan muy bien su sabor. Esto no quita que suframos sus consecuencias a largo plazo.
Además del azúcar, dichas bebidas contienen sodio y mucho, mucho gas. Estos componentes afectan de forma directa a nuestro humor (además de nuestro estado físico). Los cambios de humor producidos por estar bebidas suelen manifestarse primero con un falso sentido de la animación, seguido de bajones y claro malhumor.
Los pasteles
En general, los pasteles contienen una enorme cantidad de azúcar y grasas. Todos estos productos, de por sí, ya son bastante nocivos para nuestro organismo.
Pero es que, además, producen cambios muy marcados en nuestro humor. Si lo que realmente necesitas es un poco de azúcar, lo mejor que puedes hacer es optar por una fruta.
Los embutidos
Los embutidos son, quizá, uno de los alimentos más presentes en los desayunos de los españoles. Ahora bien, para ser francos las carnes procesadas, en exceso, no son nada recomendables para empezar el día.
Las salchichas o el jamón cocido suelen tener una gran cantidad de conservantes y grasas, que impactan directamente en nuestro humor. Además, los aditivos pueden provocarnos dolores de cabeza y retención de líquidos, lo que nos hará sentir incómodos durante todo el día.
La margarina
La margarina es un alimento que siempre se nos ha vendido como algo mucho más sano que la mantequilla. Y sí, es cierto que contiene algo menos de grasa, pero ahí se acaban sus beneficios.
La grasa vegetal también afecta de forma directa a nuestro organismo, provocándonos cambios de humor muy marcados. Además, su abuso puede hacernos ganar peso en exceso.
Los cacahuetes salados
Por sí mismos, los cacahuetes ya contienen grasas nada recomendables para nuestro organismo. Pero es que, además, se le suele añadir un montón de sal y otros aditivos para darle sabor y hacer que no podamos parar de comer. Esto no hace sino producirnos cambios de humor, además de alguna que otra migraña.
Las bebidas sin azúcar
Hasta ahora hemos visto cómo la mayoría de las bebidas que contienen azúcar nos producen malhumor. Ahora bien, lo que pasa es que aunque optemos por las que no lo llevan, estaremos igual o peor. Las bebidas sin azúcar contienen aspartamo, un producto que tampoco recomiendan los expertos.
Al ser un substituto del azúcar nos aporta un bajo contenido calórico, pero afecta directamente a nuestro estado de ánimo. Es decir, que si empezamos el día con una bebida con aspartamo viviremos una auténtica montaña rusa de emociones.