Siempre creemos que escogemos de manera totalmente consciente y sabiendo qué contiene cada alimento que tomamos, pero no es así.
Hay muchas cosas que desconocemos sobre los alimentos. Como por ejemplo, que muchas de las comidas que hacemos nos dan pocas proteínas, nos aportan demasiados azúcares o simplemente no nos sacian. Hay ciertos productos que no se pueden comer nada más despertarnos.
No solo para no engordar, sino para mantener una correcta energía desde que sale el sol hasta que se pone. Intenta evitar en el desayuno algunos de estos diez alimentos que te presentamos a continuación gracias a Cosmopolitan.
Tortitas
Este alimento propio de las películas norteamericanas contienen carbohidratos refinados. Al añadirle sirope, multiplicas el azúcar que ya contiene. Te dará un subidón de energía para luego dejarte por los suelos.
Aun así, no contienen muchas calorías, unas 150, por lo cual si tienes pensado pasar un día sin gastar mucha energía puedes tirar de ellas, evitando los excesos.
Cereales bajos en fibra
Todos tenemos problemas para decidir qué cereales escoger. Decenas de marcas, propiedades y sabores diferentes. Pues aunque sean integrales, están repletos de azúcar y no tienen mucha fibra. Te llenarás enseguida, pero tendrás hambre otra vez en menos que canta un gallo.
En caso de seleccionar este alimento, lo mejor es buscar aquellos que más fibra puedan contener y con un alto nivel de vitaminas. Esto hará que te sacies durante un tiempo y evitarás el picoteo entre horas.
Yogur light
No son nada recomendables, pues son bajos en calorías, pero tienen muchos edulcorantes artificiales y productos químicos. Los venden como un producto "light", pero de saludable tienen poco.
Una opción más asequible y recomendada es el yogur griego. Es bajo en grasa y resulta más eficaz por tener más proteínas y menos azúcares. Además, ayuda a fortalecer nuestra flora intestinal.
Batidos prefabricados
Si leyeras los ingredientes no haría falta decir nada más. Muchos de ellos contienen nata o leche entera, y más que frutas tienen una barbaridad de lácteos descomunal.
Es mucho mejor comer fruta cruda, pero en caso de preferir una bebida, trocea la fruta, añádele yogur griego y a la batidora: 100 % sano.
Bagels
Mucha gente ha dejado de lado el pan blanco porque habrá escuchado que no es sano, y ahora come 'bagels'. Pues uno solo es equivalente a cuatro rebanadas de pan blanco. La sobrecarga de hidratos de carbono es considerable.
Esto no quiere decir que sea una comida que tengas que eliminar de la despensa. Puedes escogerlos de grano entero y, combinados con aguacate, te llenarán y te darán energía durante horas.
Barritas de cereales
Cuando vamos con prisas, muchas veces recurrimos a estas barritas. Versátiles, rápidas, pero ¿son sanas? La mayoría están llenas de azúcar y productos químicos.
Una barrita de cereales puede equivaler a una barra de chocolate entera. Parece una exageración, pero no lo es. Si observamos detenidamente la composición nutricional de los dos productos, las diferencias son escasas.
Zumos
No es bueno desayunar solo zumo. No es suficiente proteína, y por eso debe de tomarse con algún alimento proteico que compense los hidratos y el azúcar de la bebida. En caso contrario, te morirás de hambre a media mañana.
Eso no significa que debe tomarse cada mañana. El consumo frecuente de esta bebida favorece la aparición de diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares y obesidad.
Granola
Es la reina de los cereales y no precisamente por ser la más saludable. Tiene muchas calorías, mucho azúcar añadido y poca proteína. Esto hace disparar tu nivel de azúcar en sangre.
Se recomienda escoger antes un yogur natural con frutos secos crudos.
Sándwich
Las personas que escogen este producto como primera opción son aquellos que tienen la mañana un poco ajetreada. Sin embargo, es mejor tomarse un poco más de tiempo para preparar el desayuno y evitar comerse un sándwich.
En muchas ocasiones están llenos de grasas, fritos, procesados y de carbohidratos refinados que carecen de fibra. Pueden llegar a sentarte francamente mal.
Bollos
Esta opción era la más previsible. Donuts, napolitanas, palmeras, croissants, galletas rellenas, etc., todos son igual de perjudiciales para nuestro estómago.
Su componente principal es la harina blanca refinada y contienen una cantidad de azúcar añadido exagerado. Esto provocará un repunte en tus niveles de insulina, y además no te saciará.