La diabetes es un grupo de enfermedades metabólicas que están unidas por un trastorno en la producción de insulina por parte del páncreas y un alto nivel de azúcar en la sangre de larga data.
Los dos tipos principales de diabetes son la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. Este paquete de información analiza los diferentes tipos de diabetes y sus síntomas, así como también cómo se puede controlar y tratar la diabetes.
¿Sabes exactamente qué es la diabetes?
Como hemos visto brevemente al comienzo, la diabetes consiste en un grupo de distintas enfermedades de origen metabólico. Tienen un factor en común: el trastorno en la producción de insulina por parte del páncreas, ya que es incapaz de producir la suficiente cantidad. Esto da como resultado un aumento del azúcar en sangre, es decir, la concentración de glucosa en sangre.
Es más, existen tres tipos distintos de diabetes: la diabetes tipo 1, o diabetes juvenil (que se diagnostica en niños y jóvenes), la diabetes tipo 2 (más común y que se trata de un trastorno metabólico en el cuerpo), y la diabetes gestacional (que ocurre en el embarazo).
¿Qué podemos hacer para prevenir la diabetes?
Sabemos que, en lo que a la diabetes tipo 2 se refiere, con diferentes cambios en el estilo de vida puede ayudar positivamente a la hora de tratar y curar la enfermedad en casos tempranos o leves.
Esto implica adelgazar y perder peso (en caso de tener exceso de peso), aumentar la práctica de ejercicio físico regular y disminuir el consumo de sal. También reducir el consumo de productos malsanos en general, aumentar la fibra en la dieta, dejar el tabaco y el consumo de alcohol. Ahora bien, ¿sabías que también existe una bebida tremendamente popular que podría ser muy útil a la hora de protegernos de la diabetes?
¿Qué bebida ayuda contra la diabetes?
Efectivamente, se trata de una de las bebidas más consumidas hoy en día (y desde hace siglos): el té. El arbusto del té crece mejor en los trópicos, y los principales países productores de té son China, India, Sri Lanka, Japón, Rusia y Kenia. Del mismo arbusto se obtienen diferentes calidades, principalmente té verde y negro.
El té contiene teína estimulante, es decir, cafeína, teanina y metanina calmantes, y taninos que le dan un sabor amargo. La calidad del té está influenciada, entre otras cosas, por la edad de las hojas. Los cogollos jóvenes y las hojas son los más valorados. Las diferentes variedades se dividen según el momento de la recolección y los métodos de procesamiento.
Después de la recolección, las hojas de té se secan previamente, es decir, se arrancan, después de lo cual se enrollan las hojas coriáceas, lo que hace que sus células se rompan y se liberen los fluidos celulares, los aceites y las enzimas contenidas en las hojas.
Las hojas de té se oxidan durante unas horas en un ambiente húmedo, lo que crea diferentes sabores y el color se vuelve más oscuro. Después de la oxidación, las hojas se secan y clasifican. El té verde y blanco no se oxidan.
¿Por qué el té ofrece beneficios contra la diabetes?
Un estudio llevado a cabo en Japón, y publicado en 2020, encontró que el consumo regular de té verde (y de café), sería muy útil a la hora de disminuir la mortalidad de los diabéticos.
Los hallazgos fueron publicados en la revista BMJ Open Diabetes Research & Care. Y se encontró que cuatro tazas de té verde y dos tazas de café al día se asocian con una tasa de mortalidad 63 por ciento más baja en personas con diabetes tipo 2.
Esto se debería principalmente al contenido en antioxidantes de estas dos populares bebidas, como ya concluyó también otro estudio de 2006. No en vano, una reciente revisión sistemática y un metanálisis de 19 estudios de cohortes (en los que participaron más de un millón de personas), encontró que el consumo moderado de té verde, té negro y té oolong se asoció con un menor riesgo de diabetes tipo 2.
Aunque los otros puedan sonarte más familiares, lo cierto es que el té de oolong no es tan conocido. Consiste en una variedad de té chino tradicional cuyas hojas son oxidadas parcialmente.