La búsqueda de un ambiente acogedor y, en algunos casos, un gusto o amor por la naturaleza ha llevado a muchos a tener un bonito jardín en sus hogares. Este deseo de transformar el espacio exterior en un remanso de paz y belleza se ha convertido en una tendencia popular en todo el mundo.
Ya sea en casas suburbanas, apartamentos urbanos o incluso en espacios reducidos, la idea de crear un jardín en la entrada es un anhelo compartido para embellecer el entorno de muchos. Muchos son los beneficios de tener un jardín en la entrada, aunque no es oro todo lo que reluce, ya que contar con determinadas plantas provoca ciertos inconvenientes.
¿Qué es lo mejor de tener plantas en el jardín?
Un bonito jardín en la entrada puede transformar por completo el aspecto de una vivienda. El color de las flores, las texturas de las hojas y la diversidad de las plantas añade un toque estético y vibrante al espacio exterior.
Incluso en pequeñas áreas, se pueden utilizar macetas colgantes, jardineras verticales o estanterías para exhibir plantas, creando así un efecto visual atractivo. También puede contribuir a mejorar el aspecto general de la comunidad, brindando una sensación de orgullo a los propietarios.
La presencia de un jardín en la entrada no solo tiene ventajas estéticas, sino que también aporta beneficios ambientales y para la salud. Las plantas y los árboles absorben el dióxido de carbono y liberan oxígeno, ayudando a mejorar la calidad del aire y a reducir la contaminación.
Además, un jardín bien cuidado puede proporcionar refugio y alimento para insectos benéficos, como abejas y mariposas, contribuyendo así a la conservación de la biodiversidad local.
La presencia de elementos naturales en la entrada de una casa crea una sensación de armonía y bienestar, transmitiendo una conexión con el mundo natural. Y, afortunadamente, no es necesario disponer de un gran terreno para crear un bonito jardín en la entrada.
Entonces ¿cuáles son las plantas que pueden provocar problemas?
Como ya hemos dicho, no todo es oro lo que reluce a nivel de plantas. Según explican en La Razón, algunas de ellas pueden generar síntomas perjudiciales para la salud. A largo plazo, incluso, podrían llegar a provocar la muerte.
- La Estrella de Belén es unas de esas plantas que no suelen faltar en los jardines, por la vistosidad de sus flores. Aunque sea de aspecto bonito, representa un foco de atracción de plagas, sobre todo de babosas y de moscas. Además, es muy tóxica y, en el caso de ser injerida, afecta al sistema nervioso.
- La adelfa es una de las plantas más venenosas del planeta y es muy común verla en jardines y también en arcenes de carreteras. Su consumo accidental puede provocar vómitos, diarrea y hasta la muerte.
- Con el estramonio o “trompeta de ángel” ocurre lo mismo que con las anteriores plantas, ya que su ingesta es muy peligrosa por su tóxico veneno.
- La dedalera es muy vistosa y se suele usar para decorar. Sin embargo, puede producir un ataque al corazón si se ingiere, a pesar de su uso medicinal en algunas ocasiones.
- La hiedra venenosa ya lo dice todo con su nombre. En ocasiones, produce un efecto irritante en la piel que puede causar dermatitis, picazón e inflamación. Tampoco se puede ingerir.
- Con hortensia también hay que tener cuidado. A pesar de su bonito nombre y de su uso decorativo en jardines, su ingesta causa efectos similares al del cianuro,
- El peyote es un tipo de cactus norteamericano que también puede encontrarse en España. En este caso, no es tóxico, pero sus semillas producen alucinaciones.
Ya lo sabes. Hay que ser muy cuidadoso con la elección de las plantas para el jardín, sobre todo si se tienen niños pequeños.