España es uno de los países que más cantidad de pescado consume, supera con gran diferencia la media europea. Mientras la media se establece en 18,9 kg por habitante y año, en nuestro país son 42,4 kg. Es decir, su consumo está más que normalizado y cada vez son más las personas que introducen el pescado a su dieta para cuidar de su salud.
Los pescados que más frecuentemente encontramos en las despensas españolas son la merluza, el bacalao, el salmón y la sardina. Aunque esté muy bien apostar por lo seguro, los especialistas recomiendan ir variando y atreverse con otros también. Y es en este punto en el que va muy bien recordar un tipo de pescado muy beneficioso, pero olvidado por la mayoría de españoles...
El pescado olvidado que merece mucho la pena
Mucha gente es capaz de elaborar un listado con los nombres de los pescados más consumidos, más allá de si se encuentran en su dieta o no. Pero es más que probable que en ese listado no se encuentre un pescado del que incluso el nombre nos puede sonar raro: el pargo. Su consumo es muy poco frecuente en comparación con el de otros pescados, y casi nadie conoce sus beneficios.
El pargo es un pescado de la familia de los espáridos, es decir, es primo del besugo, la dorada y del dentón. Sus ejemplares se encuentran en el océano Atlántico y en el mar Cantábrico, aunque en menor medida se pueden encontrar también en el mar Mediterráneo. En definitiva, se trata de un pescado que se encuentra con relativa facilidad en las costas españolas.
Lo más normal es que el pargo habite en fondos de arena y piedras, y se alimente de camarones y percebes. Aunque su tamaño pueda variar, puede llegar a pesar 15 kg, pero los que llegan a nuestros platos no superan los 2 kg.
Por desgracia, pese a ser un pescado muy popular en la pesca de recreo y deportiva, no lo es tanto en nuestra despensa. Algo muy negativo, según los especialistas, ya que cuenta con un gran número de nutrientes: fósforo, el selenio, vitaminas (B y D). Además, su preparación no conlleva grandes dificultades y, al tener una carne tan tierna, su consumo y digestión son relativamente fáciles.
Algunos de los beneficios del pargo: omega-3 y proteínas
El pargo tiene beneficios espectaculares para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Posee una gran presencia de ácidos grasos pertenecientes a la familia del omega-3, ideales para el correcto funcionamiento del organismo. El omega-3 es beneficioso para disminuir el colesterol malo y combate una gran cantidad de enfermedades antiinflamatorias. Además, regula la presión arterial y la coagulación sanguínea.
Algunos estudios afirman que el consumo de omega-3 podría mejorar el estado de ánimo combatiendo al estrés y la ansiedad, por lo que es el pescado ideal para alegrar tus comidas.
Su alto contenido en aminoácidos esencial provoca que la mejoría de los tejidos que conforman el cuerpo. También son importantes para la creación de enzimas digestivas y para regular las hormonas.
Además, al no contener grandes cantidades de grasa, se convierte en un alimento perfecto para aquellas personas que quieran bajar de peso. Tomar como hábito consumir el pargo, permitirá que nuestro
Un pescado muy seguro, que no tiene mercurio
El consumo de pescado conlleva un riesgo que para algunas personas es muy preocupante por culpa del mercurio. La presencia de metales pesados en nuestros alimentos es más común de lo que se cree y puede llegar a ser muy perjudicial para la salud. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) los pescados con mayor presencia de mercurio son el atún rojo, el pez espada y la tintorera, entre otros.
La misma Organización Mundial de la Salud ha advertido en numerosas ocasiones el riesgo de poseer un alto contenido de mercurio en sangre. La exposición a este elemento puede causas serios problemas de salud y supone un gran riesgo para las personas embarazadas. El mercurio esté presente en el aire o en el agua, pero se ha demostrado que el consumo de pescado es el principal culpable de la exposición humana al mercurio.
Los principales síntomas de la exposición aparecen en el sistema nervioso y en el aparato digestivo. Puedes sufrir insomnio, pérdida de memoria, dolores de cabeza o estomacales.
Los diferentes estudios llevados a cabo confirman que en el pargo existe un riesgo muy bajo de encontrar mercurio. Es decir, con su consumo nos aseguramos una baja probabilidad de sufrir una intoxicación. No ocurre lo mismo con los pescados citados anteriormente, los cuales pueden contener unos 0,990 ppm de mercurio, en el pargo encontramos tan solo un 0,133 ppm.