El verano es una época del año en la que muchos disfrutamos de la playa, la piscina y el sol. Sin embargo, no debemos olvidar que la exposición solar puede tener efectos nocivos para nuestra piel y nuestra salud si no la protegemos adecuadamente. Por eso, es importante elegir bien los productos de protección solar que usamos, tanto para nosotros como para nuestros hijos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lleva años analizando las cremas solares que se venden en el mercado. Y alertando sobre aquellas que contienen ingredientes que pueden ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente.
En 2022, la OCU comparó 29 productos de protección solar, entre lociones y esprays, con factores de protección solar (FPS) de 30 y 50/50+1. El resultado fue que todos cumplían con el FPS anunciado, lo que es una buena noticia, pero que muchos de ellos contenían filtros solares químicos que pueden actuar como disruptores endocrinos.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que pueden alterar el equilibrio hormonal del organismo y provocar problemas de salud como infertilidad, obesidad, diabetes, cáncer o malformaciones.
Entre los filtros solares químicos que pueden tener este efecto se encuentran el homosalate y el octocrylene, dos compuestos cuya inocuidad está en entredicho y que la OCU recomienda evitar.
¿Cuáles son las peores cremas solares del momento?
En 2022, la OCU encontró estos dos filtros en ocho de los 29 productos analizados, cuatro de ellos destinados a niños. Como por ejemplo Cien Sun Cream Kids SPF 50+ (Lidl), Ecran, o Denenes. También Babaria Protector Solar para niños SPF 50+, Cien Infantil Spray Solar 50+ (Lidl) y la Leche protectora pieles sensibles atópicas 50+ Spray.
Además de Ecran Sunnique Sensitive Advanced Leche protectora SPF 50+ o Garnier Delial Sensitive Advanced Leche protectora hidratante SPF 50+. Y en el caso de la marca Nivea, encontramos Sun Protege & Hidrata Leche Solar Hidratante SPF 50+ y Nivea Sun Protege & Hidrata Spray Solar Hidratante SPF 50+.
La OCU advirtió a los consumidores de que si querían cuidar de su piel y la de sus hijos debían evitar estos protectores y cremas solares. Y elegir preferiblemente alguno de los productos que no los contenían.
Además, la organización pidió a las autoridades sanitarias que revisaran la normativa sobre los filtros solares químicos y que limitaran o prohibieran su uso.
¿Qué ha cambiado en 2023?
Según la OCU, la situación no ha cambiado mucho desde 2022. A pesar de las alertas y las peticiones de la organización, las autoridades sanitarias no han tomado medidas para restringir los filtros solares químicos sospechosos de ser disruptores endocrinos.
Tampoco se ha mejorado el etiquetado de los productos de protección solar para informar a los consumidores sobre los posibles riesgos de estos ingredientes.
Por otro lado, algunas marcas han optado por reformular sus productos y sustituir los filtros solares químicos por otros más seguros o por filtros minerales.
Los filtros minerales son aquellos que reflejan la radiación solar en lugar de absorberla, como el óxido de zinc o el dióxido de titanio. Estos filtros son más respetuosos con la piel y el medio ambiente, pero tienen el inconveniente de que pueden dejar un rastro blanco en la piel.
Por todo ello, la OCU recomienda a los consumidores que se informen bien antes de comprar un producto de protección solar. Y que opten por aquellos que no contengan filtros solares químicos sospechosos de ser disruptores endocrinos.
Además, la organización recuerda que la protección solar no solo depende del producto que se use. También de otros factores como la cantidad aplicada, la frecuencia de reaplicación, el tipo de piel, la hora del día, la ropa o los complementos que se lleven.