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Mujer en el pasillo de un supermercado con un carro de la compra mirando una estantería llena de fideos

Avisan de los peores carbohidratos que puedes comer en España: al alcance de todos

No todos los carbohidratos son iguales, y por eso hay que saber escoger

Cuando se piensa en adelgazar o alimentarse de forma saludable, aquellos alimentos más demonizados son los ricos en hidratos de carbono. Sin embargo, este es un pensamiento que hay que desechar cuanto antes.

El problema no radica en los carbohidratos, sino en elegir unos de buena o mala calidad. De hecho, como explica el catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez-González, los de alta calidad son muy buenos para el organismo.

Esto, no obstante, no se puede decir de todos. Existen ciertos tipos que sí son perjudiciales para la salud. Además, coincide con que son los más fáciles de encontrar, económicos y que, por tanto, se encuentran al alcance de todos.

Los peores carbohidratos que puedes introducir en tu dieta

Si quieres conocer algunos de los peores carbohidratos que puedes incluir en tu dieta, te dejamos los que deberías desechar por completo o, al menos, evitar su consumo al máximo posible.

1. Pan blanco, el mejor entre los peores

Seguro que una de las cosas que más te gusta hacer es acompañar tus comidas con pan, ya que es una de las costumbres más arraigadas en la dieta mediterránea. Sin embargo, este hábito sería interesante cambiarlo. La razón es que el pan blanco es uno de los carbohidratos menos recomendables para un consumo diario.

Rebanadas de pan integral y un cuchillo
Cambia el pan blanco por pan integral y notarás los beneficios | Getty Images

En su lugar, se puede sustituir por pan integral. Este se trata de un cambio de hábito muy sencillo que destacará por todos los beneficios que puede aportar a la salud.

Esto también aplica, además de a las barras de pan, al pan de molde. Consumirlos en su forma integral tendrá muchas más ventajas y no es nada complicado.

2. Pasta y arroz mal acompañados

En el caso de la pasta y el arroz, también muy demonizados, el catedrático indica que todo dependerá de su tipo, así como de la forma en la que se consuman. De hecho, el principal riesgo de estos dos alimentos tan comunes reside en su acompañamiento.

No es lo mismo comerlos con vegetales que con tomate frito. Este último tiene un alto contenido en azúcar nada recomendable. De todas formas, cambiar la pasta y el arroz refinados por granos integrales será mucho más beneficioso si te preocupas por tu salud.

3. Galletas, el peligro de los ultraprocesados

Por otro lado, otro de los alimentos rico en hidratos de carbono que habría que evitar a toda costa son las galletas. Sin embargo, son unos de los más consumidos, sobre todo, por los más pequeños de la casa.

Las galletas cuentan con harina refinada, un carbohidrato de baja calidad. A eso hay que agregarle su contenido en azúcares añadidos, así como en grasa. Por todo ello, tanto las galletas como toda la bollería industrial son alimentos que será mejor dejar al margen de la dieta diaria.

4. Bebidas azucaradas, las responsables de los peores carbohidratos 

En el último puesto encontramos las bebidas azucaradas. Para el catedrático Migue Ángel Martínez-González, los carbohidratos presentes en los refrescos son los peores de todos los que podemos encontrar en el mercado.

La razón es que los azúcares de su interior están disueltos, por lo que pasan de forma directa a la sangre. Es decir, aumenta la necesidad de insulina desde el primer momento.

Además, el cerebro es capaz de interpretar este tipo de bebidas como si fueran agua. En otras palabras, no aparecerá la sensación de saciedad. Nuestro cuerpo está ingiriendo un alto número de calorías, pero no se da cuenta. Esto hace que se vuelva a tener hambre enseguida.

Lata de refrescos rodeada de azúcar
Las bebidas azucaradas son los peores carbohidratos que puedes consumir | Getty Images

En definitiva, ahora que ya conoces los carbohidratos que pueden resultar más perjudiciales para la salud, lo mejor es intentar evitarlos lo máximo posible. Además, es interesante incrementar el consumo de frutas y verduras, siempre siguiendo una alimentación equilibrada.