Además de la edad ordinaria de jubilación, la Seguridad Social también obliga a reunir una serie de años cotizados a los trabajadores. El periodo mínimo queda fijado en los 15 años. Sin embargo, los que solo hayan aportado al sistema 11 años también tienen derecho a acceder a una pensión que ascendería a 6.784 euros.
Únicamente podrán beneficiarse de una paga contributiva los que tengan "cubierto un periodo mínimo de cotización de 15 años". Así lo recoge la Ley General de la Seguridad Social en su artículo 205. Aclaran que como mínimo 2 de esos años deben estar recogidos en los 15 años previos a la solicitud de la pensión.
Esto implica que aquellos que no lleguen al periodo mínimo de aportación al sistema se verán privados de la prestación contributiva. No obstante, los que se hayan quedado a las puertas, con 11, 12 o 13 años tendrán facilidades para disponer de una cobertura mínima. En este caso se tratará de una pensión no contributiva.
Esta protección "asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años" una "prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios". Tal y como recoge el IMSERSO en su web, tendrán derecho a ello los ciudadanos aunque no hayan cotizado o lo hicieran de forma insuficiente.
¿Qué se necesita para cobrar una pensión no contributiva de jubilación?
Las pensiones no contributivas de jubilación están pensadas para aquellas personas que no hayan trabajado o que carezcan de los 15 años de cotización. No obstante, no todo el mundo tendrá acceso a esta prestación. Se le exigirán una serie de requisitos.
En primer lugar es preciso que cuente con al menos 65 años. Desde los 16 hasta la fecha de jubilación, en diez de esos años debió tener establecida su residencia en territorio español. Además, se le exigirá que los dos años previos a la fecha de la solicitud haya vivido en España.
En el capítulo de rentas, se requiere que no disponga de ingresos por encima de los 6.784,54 euros al año. El tope quedaría establecido en los 11.533,72 euros para la unidad familiar cuando hubiera dos personas en el domicilio. En caso de tres personas, el límite ascendería a 16.282,90 euros.
Cuando hubiera cuatro miembros o más en el núcleo familiar, el máximo permitido sería los 21.03208 euros al año. Esto sería válido para parientes con un vínculo de hasta segundo grado, recoge El Economista.
Si en la unidad familiar hubiera hijos o padres, los límites de ingresos se incrementarían a 28.834,30 euros para dos personas. Para tres personas alcanzaría los 40.707,25 euros, mientras que para cuatro o más miembros se llegaría a 52.580,20 euros anuales.
¿Cuánto se cobra con la pensión no contributiva?
La pensión no contributiva sufrió a mediados del año pasado un notable incremento del 15%. Dicha subida se mantuvo con la entrada de 2023. Se adoptó dicha medida para combatir el importante aumento de los precios, tanto de los alimentos como de los combustibles.
Las cuantías se distribuyen en doce mensualidades, a lo que se le suman dos pagas extraordinarias de verano y navidades. Con carácter general queda fijado en los 6.784,54 euros, que se repartiría en 484,61 euros al mes.
En el caso de que hubiera en la misma unidad familiar dos beneficiarios de este tipo de pagas, el importe se reduciría. Quedaría estipulado en los 411,92 euros por persona, que al cabo del año ascendería a 5.766,86 euros.
De contar ese hogar con tres o más miembros cobrando la pensión no contributiva, cada uno de ellos percibiría 387,69 euros. La pensión mínima del 25% permite al beneficiario cobrar al mes 121,15 euros, que se traduce en 1.696,14 euros anuales.