El sushi es, sin lugar a dudas, la comida oriental, y más específicamente oriental, más popular del mundo. Sus ingredientes principales son un preparado de arroz que suele estar aderezado por sal, azúcar y vinagre de arroz, además del ingrediente principal: pescado o marisco.
Se trata de un plato versátil, que se adapta a cada paladar, y que permite incluso prescindir de su característica alga nori. Indiferentemente de la variante por la que optemos, el sushi es un producto delicioso, que aporta vitaminas y minerales. Ahora bien, hay que tener en cuenta que su consumo entraña ciertos peligros, que hay que conocer muy bien.
Los 3 peligros desconocidos del sushi que hay que conocer
A continuación, te desvelamos lo 3 principales peligros del sushi que deberías saber para no acabar en el hospital:
1. La preparación y las medidas que se toman
Es evidente que cualquier plato requiere una correcta preparación si no queremos poner en riesgo nuestro cuerpo. El sushi, además, requiere un grado de preparación más alto que otras muchas recetas. Para evitar riesgos que pongan en peligro nuestra salud, es necesario prepararlo con las medidas higiénicas necesarias.
La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (ACSA) publicó un estudio en el que aconsejaba cómo cocinar sushi. Algunas de las recomendaciones son asegurarse de la calidad de las materias primas o almacenar dichas materias en condiciones seguras.
A todo ello habría que añadir la necesidad de utilizar utensilios de cocina que solo toquen los productos destinados a cocinar sushi. Esta recomendación incluye a las esterillas, que pueden ser de bambú o plástico, usadas.
El sushi únicamente puede estar refrigerado 24 horas después de su preparación, si lo adquieres para llevar, debes estar atento a esta advertencia para evitar futuros problemas digestivos.
2. La posibilidad de contraer el anisakis
El pescado, como la gran mayoría de alimentos, puede contener patógenos muy peligrosos. Es por ello que debemos ser cuidadosos con el producto que compramos o consumimos. Existen una serie de requisitos para la preparación del pescado crudo, aunque el más importante es una correcta congelación que elimine los parásitos.
Uno de los que mayor riesgo conlleva es el temido anisakis, que solamente podremos encontrar en el tubo digestivo de pescados o cefalópodos (calamares, sepias, pulpos...). Puede considerarse un peligro para nuestros estómagos porque su consumo puede provocar alteraciones graves y reacciones alérgicas. Los síntomas pueden tardar en surgir hasta dos semanas después de la primera ingesta, por lo que muchos consumidores no asocian esos síntomas con el sushi.
Algunos estudios demuestran que en España hay unos 8.000 casos de infecciones por anisakis al año. Afortunadamente, se trata de una cifra considerablemente baja teniendo en cuenta la cantidad de veces que se come sushi al año.
La mejor prevención es una correcta congelación de los productos. La mayoría de veces, los infectados no necesitan intervenciones médicas, debido a que nuestro propio organismo se encarga de expulsar por sí solo la presencia de los parásitos.
3. El pescado y su consumo
Otro riesgo importante es la posible toxicidad que contienen los pescados y mariscos. La forma más común de intoxicación es la ciguatera, cuyo cuadro clínico cuenta con más de 175 síntomas registrados. Si percibes molestias gastrointestinales, lo ideal es consultar un profesional que pueda determinar si estás experimentando un episodio de intoxicación alimentaria.
La creciente contaminación ambiental provoca que una gran suma de peces puedan contener concentraciones de metales como el plomo, el cadmio o el mercurio. Se trata de elementos que, cuando se acumulan, provocan problemas en nuestro organismo.
Aunque los riesgos puedan causar preocupación entre los consumidores, existen una gran cantidad de controles que evitan la propagación de prácticas culinarias que pongan en peligro nuestro cuerpo. En 1961, se creó el titulado Codex Alimentarius, una colección de normas relacionadas con los alimentos que pretende acercar a nuestras mesas alimentos de calidad. Dicha colección está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuenta con el apoyo de una gran cantidad de países.