A pesar de que los humanos no somos los únicos habitantes de la tierra, compartir espacio con determinados bichos e insectos puede no ser lo más cómodo del mundo. De hecho, aunque estos también formen parte del ecosistema, a veces desearíamos tenerlos lejos.
Y esto es lo que suele ocurrir en determinadas épocas del año, como por ejemplo en verano. El calor y las altas temperaturas puede aumentar la presencia de insectos en casa, pero si queremos combatirlo, es importante tener en cuenta una serie de cosas.
El peligro que supone tener pececillos de plata en casa
Por norma general, todos sabemos que cuando llega el verano la invasión de bichos e insectos empieza a crecer. La más común y habitual es la del famoso mosquito tigre, especialmente por sus molestas picaduras. Pero ojo, porque no es la única.
En este sentido, la plaga de cucarachas también suele aparecer de forma casi exponencial. Las podemos ver en las calles, en las cloacas e incluso en algunos rincones de nuestras casas. Y claro, cuando se trata de esto último, el pánico está asegurado.
Ahora bien, a pesar de ello, hoy queremos centrarnos en un insecto muy concreto que también acostumbra a 'visitarnos' para estas fechas. Es mucho menos conocido que los ejemplos anteriores, y sin embargo, su aparición por casa es mucho más habitual.
Hablamos nada más y nada menos que de los pececillos de plata. Puede que también los hayas escuchado por el nombre de bichos de la humedad, pero realmente se les conoce como lepisma. Lo que ocurre con estos pequeños insectos es que, aunque parezcan inofensivos, pueden traernos problemas.
Se trata de unos pequeños invasores que, si no eliminamos a tiempo, pueden acabar convirtiéndose en una plaga. Como su propio nombre indica, lo más habitual es verlos en los lugares con mayor humedad de la casa, como por ejemplo cocina y baño.
Sin embargo, también es posible observarlos en los zócalos del suelo o en las molduras de las puertas, ya que suelen alimentarse de materia orgánica. No obstante, el peligro real lo encontramos en el daño que puede provocarle a los alimentos, algo que a su vez atraería a otros nuevos insectos.
Como bien comentábamos anteriormente, se trata de unos insectos diminutos e inofensivos. Ahora bien, esto no quiere decir que puedan y deban escampar a sus anchas, ya que ante la más mínima presencia recomendamos exterminarlos cuánto antes.
¿Cómo se puede eliminar a este insecto?
Si en algún momento observas alguno correteando por las paredes o el suelo de tu hogar, te aconsejamos que actúes con contundencia. Recuerda que se trata de un insecto pequeño, por lo cual puede refugiarse en pequeñas grietas y allí empezar a formar nidos.
Algunos de los métodos más efectivos para acabar con ellos son la lavanda y la canela. Si bien es cierto que existen otros productos como por ejemplo los insecticidas, recurrir a estos primeros puede ser mejor y más natural.
Por lo tanto, una forma rápida y eficaz de ahuyentarlos es aplicando unas gotas de aceite esencial de lavanda. Lo ideal es que las vayas colocando allá donde suelan aparecer, ya que esta planta aromática parece no gustarles demasiado.
Si no tienes lavanda también puedes optar por otras esencias, como aceites cítricos de naranja o limón. Puedes disolver las gotas en agua y mezclarlas dentro de un pulverizador. De esta forma, podrás aplicarlo fácilmente en varias estancias de la casa.
Y por último, también te aconsejamos que si tienes a mano canela, la utilices. De la misma forma que ocurre con determinados aromas y plantas, la canela también actúa como un gran antirepelente de insectos. Espolvoréala allá donde los veas y notarás como desaparecen.