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Ladrón intentando abrir la puerta

La policía explica lo primero que hay que hacer, si te okupan la casa estas vacaciones

Es el gran miedo que tienen muchas familias cuando se van de vacaciones en verano

La ocupación ilegal de una vivienda, comúnmente conocida como "okupación", se ha convertido en un problema social y legal en España en los últimos años. Este fenómeno ha generado preocupación entre los propietarios, las autoridades y la sociedad en general, debido a sus implicaciones tanto para el acceso a la vivienda como para la seguridad jurídica.

Varias razones contribuyen al fenómeno de la okupación en España. En primer lugar, la difícil situación económica que afectó al país durante la crisis financiera de 2008 dejó a muchas personas sin empleo y en situaciones precarias.

La falta de recursos económicos y las dificultades para acceder a una vivienda digna pueden llevar a algunas personas a optar por la okupación como último recurso. Otro factor es la existencia de un mercado inmobiliario especulativo, donde los precios de la vivienda se han disparado en algunas áreas urbanas, dejando a muchas personas sin opciones asequibles.

Esto crea un entorno propicio para la okupación, ya que algunas personas ven en esta práctica una forma de acceder a una vivienda sin tener que asumir los altos costos asociados con la compra o el alquiler.

Montaje de un policía del Cuerpo Nacional de espaldas con una llave de casa
Si te okupan la casa, debes recurrir a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado | España Diario TIPS

¿Qué consecuencias tiene el auge de la okupación?

La okupación tiene múltiples consecuencias negativas tanto para los propietarios como para la sociedad en su conjunto. En primer lugar, los propietarios se enfrentan a la pérdida de su propiedad y a menudo a largos y costosos procesos legales para recuperarla.

Esto genera frustración, inseguridad y desconfianza en el sistema de justicia, ya que los propietarios pueden sentirse desprotegidos y desamparados. Además, la okupación también puede tener efectos perjudiciales en el vecindario y la comunidad y genera un impacto negativo en la calidad de vida de las personas que residen en esas áreas.

La presencia de okupas en un edificio o una zona residencial puede llegar a provocar un deterioro del entorno, problemas de convivencia y una sensación generalizada de inseguridad entre los vecinos. Vamos a lo importante.

¿Entonces que hago si me okupan la casa?

Volvemos tras el verano y nos encontramos con un terrible desenlace en nuestra casa: el hogar ha sido okupado. Lo primero que se debe hacer es mantener la calma y templar los ánimos.

Es una noticia muy negativa y desesperante, pero no se debe actuar con impulsividad ante lo que entendemos como un ataque a nuestra intimidad y, en ocasiones, también a nuestra familia.

Una figura de una casa en miniatura con otra imagen de una persona forzando una cerradura
Hay que confiar en la justicia para echar a los okupas de tu vivienda | Getty Images, Rcphotostock

El siguiente paso es interponer la denuncia correspondiente ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y actuar dentro de los límites de la legalidad. Por tanto, hay que evitar entrar en un “combate” dialéctico o físico con el okupa.

La reclamación de la vivienda puede hacerse a través de dos canales: por la vía civil o por la penal. En el primer caso, se solicita al juez que se haga efectivo un desahucio. Además, el propietario de la vivienda también puede pedir daños y perjuicios por la situación causada.

En el caso de la vía penal, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben identificar a los okupas previa denuncia de la persona o personas a las que han ocupado la vivienda.

El motivo por el que hay que tomar esta vía legal y no la justicia por tu propia mano es porque es completamente ilegal entrar por la fuerza en una vivienda, incluso si es la tuya propia.

Estas acciones pueden tener consecuencias negativas para los propietarios y ser denunciados por delitos de allanamiento o de coacciones. Cualquier domicilio es inviolable y no se puede forzar la entrada a uno.

Solo existe una excepción por la que si es posible entrar en una vivienda sin la autorización del propietario o una orden judicial. La Policía puede entrar cuando se está produciendo un delito evidente ante sus ojos o se acaba de cometer.