El invierno puede ser un momento difícil para mantener nuestro hogar caliente sin tener que gastar mucho dinero en calefacción. Afortunadamente, existen trucos simples que pueden ayudarnos a mantener el calor sin tener que vaciar nuestros bolsillos.
Es normal buscar distintos remedios o trucos para ahorrar con la factura de calefacción y de la luz en invierno. Por suerte, existe un truco simple que nos permite ahorrar y mantener tu casa más caliente durante los meses de frío.
¿En qué consiste el truco del papel de aluminio para ahorrar calefacción?
Aunque parezca sorprendente, el papel de aluminio puede ser un gran aliado en la lucha contra el frío y el gasto excesivo en calefacción. Y es que tiene la propiedad de reflejar el calor y evitar que se pierda por las paredes o las ventanas. Debido a ello, puede ser muy útil a la hora de ahorrar cada mes.
Si lo colocas detrás de los radiadores o en los marcos de las ventanas, podrás aprovechar mejor el calor generado por la calefacción y reducir el consumo energético. Pero, ¿cómo se consigue?
¿Cómo funciona este truco?
Los radiadores emiten calor por ambos lados: hacia el interior de la habitación y hacia la pared donde están instalados. Si la pared no está bien aislada, parte del calor se escapará al exterior o se distribuirá por otras estancias. Esto hace que se desperdicie energía y que tengamos que subir la temperatura del termostato para conseguir una sensación térmica agradable.
Para evitar esta pérdida de calor, podemos colocar una lámina de papel de aluminio detrás del radiador, entre este y la pared. De esta forma, el papel actuará como un escudo reflectante que devolverá el calor hacia el interior de la habitación. Así conseguiremos una mayor eficiencia térmica y un menor gasto energético.
Para hacer este truco necesitas papel de aluminio, cartón o corcho, tijeras y cinta adhesiva. Corta un trozo de cartón o corcho del mismo tamaño que el radiador. Forra una cara del cartón o corcho con papel de aluminio, dejando la parte brillante hacia afuera.
Fija el papel con cinta adhesiva por los bordes. Coloca el cartón o corcho detrás del radiador, pegándolo a la pared con cinta adhesiva o algún otro sistema. Repite el proceso con todos los radiadores que quieras.
Este truco también se puede aplicar en las ventanas, especialmente si son antiguas o no cierran bien. En este caso, podemos colocar papel de aluminio en los marcos o directamente sobre los cristales para evitar que entre el frío del exterior o salga el calor del interior. El papel creará una barrera aislante que mejorará el confort térmico.
¿Qué beneficios tiene este truco?
Como es de imaginar, este remedio proporciona varios beneficios tanto para nuestro bolsillo como para nuestro bienestar y para el medio ambiente. Por ejemplo, ayuda a reducir considerablemente la factura de la luz.
Y es que al disminuir la pérdida de calor por las paredes o las ventanas, podremos bajar unos grados la temperatura del termostato sin renunciar a una sensación térmica confortable. Esto supondrá un menor consumo energético y una rebaja en la factura de la calefacción.
También proporciona confort. Al reflejar el calor hacia dentro, conseguiremos una distribución más homogénea y uniforme del mismo por toda la habitación. Esto evitará zonas frías o calientes y nos hará sentir más cómodos.
El impacto ambiental es mucho menor. Al consumir menos energía para calentar nuestra casa, estaremos contribuyendo a reducir las emisiones de gases efecto invernadero y a mitigar el cambio climático.
Así que recuerda: si deseas ahorrar cada mes cuando hace frío, recuerda que el papel de aluminio es un material muy útil para ahorrar en calefacción gracias a su capacidad reflectante del calor.