El pan ha despertado pasión desde los inicios de la historia de la humanidad. Está presente en nuestras vidas desde hace miles de años, y se puede consumir de mil formas distintas. Sirve de acompañamiento, de entrante, de postre e incluso de recipiente para algunas comidas.
Pero, para los verdaderos amantes del pan, la forma más pura de consumirlo es sin ningún otro producto. Por desgracia, en los últimos años ha ganado mucha fama la teoría de que el pan no es saludable y de que es mejor evitarlo. Los nutricionistas reconocen que el pan engorda, sobre todo el pan blanco, pero como siempre hay excepciones...
El único pan que te puedes pasar el día comiendo sin engordar
Está claro que hoy en día tenemos a nuestro alcance todo tipo de panes. Solo hace falta que nos acerquemos un momento a la panadería más cercana, o a la sección de panadería de nuestro supermercado. Sería injusto decir que cualquier pan, ya sea grande, pequeño, claro u oscuro, es poco saludable.
Según los expertos, es posible comer pan sin poner en riesgo nuestra salud o nuestra figura. En este sentido, la clave se encuentra en los ingredientes utilizados para su elaboración. El pan que puedes comer sin miedo a engordar tiene que estar hecho con harina integral, y que incluya también granos integrales.
¿Qué tiene de especial el pan integral?
Las beneficiosas características del pan integral tienen que ver con su alto contenido en fibra. Como ya sabrás, este compuesto resulta esencial para nuestro organismo, porque regula el tránsito intestinal y también sirve de alimento para nuestra flora bacteriana. Los expertos calculan que necesitamos entre 50 y 60 gramos de fibra diariamente, y el pan puede ser una de las mejores opciones para conseguirla.
Además, el pan es una gran fuente de carbohidratos, que también se han visto ensombrecidos en los últimos años. Pero lo cierto es que los hidratos de carbono, de cadena corta o larga, son la mejor fuente de energía de las que disponemos. Se podría decir que se trata del combustible que necesita el organismo para funcionar correctamente.
Cuando no ingerimos suficientes hidratos de carbono, nuestro organismo empieza a preocuparse. Lo notarás sobre todo como una bajada evidente del rendimiento, tanto mental como, sobre todo, deportivo.
Las claves para disfrutar del pan y no ganar mucho peso
Si lo tuyo es comer pan, tienes que conocer algunas claves para no empezar a ganar peso descontroladamente.
1. Mastica bien
Parece un consejo muy básico, pero lo cierto es que se nos olvida en demasiadas ocasiones masticar bien las cosas. Se trata de un problema común, que además puede perjudicarnos por partida doble.
A través del masticado, no solo exprimimos al máximo el sabor del pan. También sirve para dividir en trozos pequeños el alimento, lo que facilita que la saliva pueda penetrar en él y, de esta forma, mejora la digestión.
2. Escoge bien el tipo de pan
Es importante saber que el pan por sí mismo no siempre es el malo de la película. Debemos fijarnos sobre todo en la cobertura, ya que su aporte de calorías es mayor y, por tanto, facilita que ganemos peso.
De todas formas, como ya hemos mencionado, algunos tipos de pan resultan más perjudiciales que otros. El pan blanco, por ejemplo, contiene mucha menos fibra y más hidratos de carbono de cadena corta. Son esos panes que llenan enseguida, pero por poco tiempo, y los que nos hacen volver a comer descontroladamente.
3. La clave está en el autocontrol
Como con muchos otros alimentos, el principal problema del consumo de pan tiene que ver con la cantidad. El cuerpo tiende a almacenar grasa cuando se produce un exceso de alimento, por lo que no deberías subestimar ni las porciones, ni las calorías.
Incluso en aquellos casos en los que se sigue una dieta, comer un poco de pan integral puede resultar beneficioso.
4. Atrévete con el pan 'oscuro'
Psicológicamente, asociamos el pan blanco con un sabor y esponjosidad únicos, pero eso no significa que otro tipo no esté bueno. Los panes integrales suelen tener un color más oscurecido, pero es precisamente el indicador de su alto valor nutricional.
Como hemos dicho, la fibra está más que presente en este tipo de panes, y esta impide que ganemos peso en exceso. Su secreto es muy fácil de entender: la fibra frena la absorción de los carbohidratos rápidos, que pasan rápidamente a la sangre. Además, los panes oscuros también cuentan con todo tipo de vitaminas y minerales.
5. No te obsesiones
Como hemos dicho, es importante tener en cuenta la cantidad de pan que comemos, pero sin llegar a obsesionarnos. La clave está, como hemos visto, en escoger bien el pan, conocer sus características y no pasarse de la raya. Si consumimos pan con moderación, siguiendo una dieta rica y variada, ganaremos en salud.