¿Cuántas veces te has detenido a pensar en el peligro que enfrentamos cada vez que nos subimos a un automóvil y nos adentramos en las carreteras? A menudo, olvidamos la fragilidad de la vida y la responsabilidad que conlleva manejar un vehículo.
Por este motivo existe un organismo y los cuerpos policiales, encargados de hacer que se cumplan las normas de tráfico y haya una conducción segura y adecuada para todos.
El acto de conducir se ha vuelto tan común en nuestras vidas que a menudo lo damos por sentado. Sin embargo, la realidad es que cada vez que nos ponemos al volante, estamos tomando decisiones que pueden tener un impacto irreversible tanto en nuestra vida como en la de otros.
La DGT, encargado de garantizar la seguridad vial, establece normas y regulaciones que deben cumplirse en todo momento. Estas normativas tienen el objetivo primordial de salvaguardar la integridad de los conductores, pasajeros y peatones.
No obstante, desafortunadamente, muchos conductores descuidan estas normas, poniendo en peligro a los conductores. Una de las formas en que la DGT busca disuadir el incumplimiento de las reglas de tráfico es a través de la imposición de multas.
Sobrepasar el límite de velocidad: una de las principales sanciones
Una de las multas más típicas es la de superar el límite de velocidad, una infracción que suele cometer una gran mayoría de conductores. Sin embargo, no muchas de estas acciones se sancionan. Aun así, es una de las principales multas.
Según la Dirección General de Tráfico, estas son las diferentes sanciones en función de la velocidad máxima: por ejemplo, si se circula a 60 kilómetros por hora en una zona de 50, la multa será de 100 euros; lo mismo que si se circula a 120 en una zona de 90.
De 300 euros será la multa si en una zona de 70 kilómetros por hora, por ejemplo, se circula a más de 100 km/h; lo mismo que si se circula a 55 km/h en una zona de 30. Además, esta infracción supone también la pérdida de dos puntos de carnet.
Si en una zona de 90 km/h se conduce a más de 141 km/h, la multa será de 400 euros y además supondrá la pérdida de 4 puntos de carnet. Si por el contrario se conduce a más de 151 km/h en una zona de 90 km/h la sanción será de 500 euros, igual que si se conduce a más de 91 kilómetros en una zona donde la velocidad máxima es 50.
Si en una zona de 50 se conduce a más de 100 o en una de 90 a más de 161, la sanción será la más elevada posible: 600 euros. Además, superar el límite de velocidad de esta manera resultará en una pérdida de 6 puntos de carnet (tanto para las multas de 500 y de 600 euros).
Otras infracciones comunes son dar positivo en alcohol o drogas o usar el móvil
El uso del teléfono móvil ya se ha extendido tanto que se utiliza, de una manera inconsciente y peligrosa, durante la conducción. La multa, si te pillan, es de 200 euros y supone la pérdida de 3 a 6 puntos.
La sanción más elevada, y por desgracia bastante frecuente, es si se circula bajo los efectos del alcohol o de drogas. Entre 500 y 1.000 euros de multa y de 4 a 6 puntos de carnet por cometer semejante e imprudente acción.
Saltarse una señal de stop, no mantener la distancia de seguridad o no llevar puesto un cinturón supone unos 200 euros de multa y 4 puntos de carnet. Circular en dirección prohibida, por el contrario, supone una multa de hasta 500 euros y 6 puntos de carnet.
Las multas pueden variar en su gravedad y cuantía, y su imposición puede resultar en consecuencias significativas tanto económicas como legales para los infractores. Sin embargo, estas sanciones económicas están diseñadas no solo para penalizar, sino también para concienciar a los conductores sobre la importancia de respetar las leyes viales.