A la hora de lavar los platos y vasos, cada vez más personas disponen de un lavavajillas en su hogar. Sin embargo, el óxido y la cal pueden acabar convirtiéndose en serios problemas. Por suerte, la OCU ha compartido un truco con el que se acabarán los problemas.
¿Quién no dispone de un lavavajillas en su casa? Desde que se inventó, ha sido una de las innovaciones más útiles y prácticas de la vida moderna. Si bien no es una invención reciente, ha revolucionado la forma en que se hace la limpieza de la cocina en todo el mundo.
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Pero hay algunos problemas que no podemos evitar. Las acumulaciones de cal y las zonas oxidadas en las cestas donde tendemos a colocar la vajilla suelen ser algunos de los más habituales.
Recientemente la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una guía útil donde nos descubren algunos consejos únicos para evitar tanto la cal como el molesto óxido en nuestro lavavajillas. Toma nota.
¿Qué podemos hacer para evitar la cal?
Para prevenir esta clase de problemas es necesario cargar el lavavajillas correctamente para aprovechar mejor el espacio y evitar daños en la vajilla. Además de seguir una serie de recomendaciones para su correcto posicionamiento.
Una buena distribución al colocar los utensilios mejora la limpieza, evita posibles daños a los cacharros y prolonga la vida del aparato. Así mismo, llenar el interior del aparato de forma sistemática permite optimizar el espacio disponible, facilitando la tarea de limpiar los cacharros y ahorrando tiempo. En general, se sugiere llenar el cesto desde el interior hacia los lados para utilizar el espacio y repartir el peso.
El cesto superior es ideal para poner vasos, tazas y cuencos pequeños de manera que queden bien ubicados boca abajo y un poco inclinados para que el agua les alcance bien. Además, en algunos modelos hay un espacio específico para lavar copas con unos soportes para agarrar el pie.
Los elementos de plástico deben ir también al cesto superior para protegerlos del calor que produce la resistencia que está en el fondo del aparato y evitar que se dañen. En esta misma pieza se deben poner los accesorios y cucharones más largos.
En caso de tener que poner alguna pieza de mayor tamaño, es posible cambiar la altura del cesto superior mediante un sistema de ruedas que permiten desplazar el soporte hacia otro nivel. En muchos modelos de lavavajillas existe una tercera bandeja, la cual se sitúa en la zona más alta. Es ideal para poner los cubiertos bien separados del resto de las piezas.
Por otro lado, la bandeja inferior es el espacio destinado para poner los platos, las sartenes y las ollas boca abajo o de lado. Es importante cuidar la colocación de estas piezas para evitar impedimentos en el agua y asegurar una limpieza ideal.
¿Qué podemos hacer contra el óxido?
A pesar de estas recomendaciones, puede presentarse el problema óxido en las cestas del lavavajillas debido al roce continuo con utensilios y bordes cortantes. Estos elementos pueden dañar la capa protectora plástica sobre material metálico. Para prevenir este fenómeno se deben tener precauciones al colocar y retirar la vajilla, especialmente al manipular utensilios afilados.
En caso de que ya haya aparecido óxido en tus cestas existen varias opciones disponibles para solucionarlo. La primera consiste en reemplazar completamente la cesta; aunque esto no es económico puede ser una alternativa más accesible que adquirir un lavavajillas nuevo si todo lo demás funciona bien.
Además, existen opciones más económicas como las fundas para varillas que protegen la cesta de la oxidación y refuerzan las varillas, evitando futuras abolladuras. Eso sí, una tercera alternativa es utilizar una pintura antioxidante o esmalte de poliuretano que recubre y protege el metal del óxido y de la humedad.
Si estas opciones no funcionan y tu lavavajillas ya no funciona correctamente, quizás sea hora de elegir un nuevo equipo. Si es así, recuerda que siempre es fundamental preguntar a un experto, como el que encontrarás en la tienda de electrodomésticos.