La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) está continuamente dándonos recomendaciones sobre una gran variedad de asuntos, como las hipotecas o las cuentas bancarias. Aunque, de igual modo, también es habitual que nos dé consejos y solvente nuestras dudas en materia de alimentación.
Precisamente eso último es lo que ahora ha hecho la OCU. En concreto, ha revelado con absoluta claridad qué productos podemos comer, aunque se haya cumplido su fecha de consumo preferente.
La OCU indica los productos que sí se pueden comer fuera de su fecha de consumo preferente
La OCU ha querido zanjar la eterna duda de si se puede comer un alimento cuya fecha haya caducado. Pues bien, lo ha hecho diferenciando en primer lugar la fecha de caducidad y la de consumo preferente.
Así, ha establecido que, para no poner en riesgo la salud, jamás hay que comer un producto cuya citada fecha de caducidad se haya cumplido. Máxima que hay que respetar a rajatabla con el pescado, la carne y el queso fresco, fundamentalmente.
Sin embargo, sí se pueden tomar los que su fecha de consumo preferente haya pasado, porque no resulta peligroso. En efecto, esta regla se puede seguir con diez artículos, que seguramente tendrás en el frigorífico o en la cocina de tu casa. Nos estamos refiriendo al pan de molde, a las galletas y bollos, a los yogures, al tomate frito envasado y a los refrescos y alcohol.
Y a los citados, la OCU ha añadido los frutos secos y patatas fritas, la mermelada y la mantequilla, los embutidos y quesos curados, así como las pastas, arroces y legumbres. Sin olvidar tampoco las sopas de sobre.
La OCU indica qué condiciones deben tener para consumirse
La OCU ha expuesto que todos esos artículos se pueden ingerir, aunque su fecha de consumo preferente haya pasado hace unos días o unas semanas. Es cierto que a lo mejor han perdido algo de sabor o color, pero nada más.
Eso sí, se podrá tomarlos siempre y cuando se cumplan una serie de condiciones, entre ellas, por ejemplo, que no estén ya abiertos. Además, es imprescindible que se certifique que sus envases no están deteriorados y que los productos en sí no tienen una apariencia extraña.