La posibilidad de fallecer antes de tiempo es una realidad para todos. Ante esta situación, la falta de un testamento puede convertirse en un importante problema para aquellos posibles beneficiarios de este.
Con frecuencia, se tiende a evitar el tema de la muerte y la planificación de lo que sucederá después de que un familiar muera. Sin embargo, no afrontar este problema puede conllevar dificultades y conflictos innecesarios para los seres queridos que quedan atrás.
Cuando alguien muere sin haber hecho testamento, su patrimonio y bienes pueden quedar en un limbo legal. Esto es, sometidos a procedimientos de sucesión que varían según las leyes de cada jurisdicción.
Estos procesos pueden volverse complicados y lentos, lo que añade una carga a la ya difícil situación emocional que enfrentan los familiares y amigos del fallecido. La falta de este puede dar lugar a disputas familiares sobre cómo se distribuirán los bienes o quién será el tutor de los hijos menores, entre otros asuntos.
Incluso con estas desventajas, muchísimas personas fallecen sin haber realizado un testamento. Los motivos pueden ser varios, como el no creer que sea necesario o el no haber planificado el hecho de hacerlo.
Por desconocimiento, hay otra razón por la que no se da este paso. Muchas personas saben que hacer un testamento vale dinero y piensan que es costoso. Pero sus creencias pueden estar alejadas de la realidad.
¿Es caro hacer un testamento?
La respuesta es sencilla y directa: no. Hacer un testamento, un documento oficial importantísimo para el futuro de tu familia, no va a costar más de 100 euros. De hecho, esa es la cantidad más alta que podrías pagar.
El precio de llevar a cabo uno es prácticamente irrelevante con respecto a las ventajas que genera a los beneficiarios. En caso de haber herencia y no testamento, el reparto podría ser mucho más complicado.
No conocemos el precio fijo de un testamento, pero sí el precio medio: 38 euros, según el Consejo General del Notariado. Normalmente oscila el precio entre los 38 y 60 euros, en función de algunas variables.
La extensión del documento, la notaría que se otorgue para la firma del mismo o si el testamento es ológrafo varían el precio. Cuanto más largo y más prestigiosa la notaría, mayor será el precio a pagar por él.
¿Por qué es tan recomendable hacer un testamento?
Desde este organismo recuerdan que es muy sencillo de hacer. No se necesita más que enseñar el DNI y expresar tu voluntad sobre el reparto de bienes. Además, es revocable, por lo que se puede modificar todas las veces que sea necesario y, en este caso, la última versión será la que tenga valor.
Un testamento tiene múltiples beneficios, como la designación de tutores para hijos menores, cuidadores de mascotas y decisiones médicas en caso de incapacidad. También puede reducir la carga fiscal para los herederos.
Además, permite desheredar a herederos forzosos en circunstancias específicas. Como falta de alimentación, abuso físico o psicológico, abandono, corrupción, pérdida de patria potestad o intento de homicidio.
Los herederos forzosos comprenden en primer lugar los descendientes del fallecido, y en ausencia de estos, los ascendientes. Si no hay ni descendientes ni ascendientes, el cónyuge viudo es considerado el heredero forzoso.
A pesar de que la palabra herencia tiene una connotación positiva, es posible renunciar a una según un testamento. Esto, sin embargo, requiere formalizar la renuncia en un documento notarial.
Es importante destacar que las consecuencias fiscales de esta renuncia variarán según la causa. Si es en beneficio de otra persona, una renuncia simple o si ocurre antes o después de que venza el plazo de prescripción del Impuesto de Sucesiones.