La nave Curiosity se convirtió en un logro notable, excepto en un área: sus ruedas se estaban desgastando más rápido de lo esperado. Debido a ello, la NASA tuvo que empezar a investigar y encontrar una opción que no se estropeara o rompiera tan fácilmente.
Es cierto que la NASA tiende a reinventar constantemente la rueda y lo ha hecho durante casi medio siglo. En la Tierra, las ruedas de banda neumática han demostrado ser muy eficientes y bastante duraderas, pero la Luna y Marte son diferentes y no son muy compatibles con los neumáticos radiales.
Y al principio, los ingenieros se enfrentaron al problema de diseñar una rueda para un lugar donde nadie sabía cómo era la superficie. Lo que supuso muchísimos inconvenientes.
Para evitar que esto suceda en futuras misiones, el Laboratorio de Investigación Glenn de la NASA empezó a desarrollar un nuevo neumático hecho de una malla metálica con memoria de forma que es mucho más resistente que los diseños anteriores y que, literalmente, podría abrir nuevas rutas para los rovers y otros vehículos de otro mundo.
¿Cómo es la rueda indestructible creada por la NASA?
Según la NASA, los ingenieros del Laboratorio Glenn consideraron usar una forma avanzada del neumático Spring para futuras misiones a Marte para proporcionar una mejor tracción y durabilidad, pero la malla de acero del resorte apretado no podía manejar el terreno accidentado de un Marte simulado.
Al cruzar rocas afiladas y otros obstáculos, el enrejado se deformaba bajo la presión y perdía su forma. Entonces, un encuentro casual entre el ingeniero Colin Creager y el científico de materiales Santo Padula brindó una solución.
Al enterarse del problema, Padula sugirió usar una aleación con memoria de forma, que es una aleación especial con cristales que se deforman y reforman a nivel atómico. Cuando las ruedas nuevas se fabricaban con una aleación de níquel y titanio, podían deformarse hasta el eje y volver a su forma original.
Y desde hacía algunos años la NASA tenía grandes esperanzas puestas en este nuevo neumático de malla de aleación. No solo son más duraderos, sino que se adaptan al terreno sin combarse y pueden transportar cargas útiles más pesadas a velocidades de moderadas a altas. La esperanza es que algún día no solo mejoren la vida útil de los robots no tripulados, sino que también se utilicen en vehículos tripulados.
Sus principales características técnicas
El anuncio oficial se hizo en 2020. Pero es ahora cuando hemos conocido en qué consiste y cuáles son algunas de sus principales características. Consiste en una rueda elástica basada principalmente en níquel y titanio, cuyo compuesto ha recibido oficialmente el nombre deNiTinol.
Y, además, lo más sorprendente es que tiene memoria. ¿Qué significa esto? Que, a medida que el vehículo avanza en el camino, es capaz de recuperar su forma inicial, lo que ayuda a evitar pinchazos y daños, al no tener aire.
Fue así cómo nació la rueda METL (Martensite Elasticized Tubular Loading), creada de forma conjunta por la empresa The Smart Tire Company y el propio programa de la NASA. Según los expertos, es tan dúctil y maleable como el níquel y tan fuerte como el titanio. Además, tendría un precio de 140 euros por unidad (para bicicletas).
¿Qué más debemos saber sobre todo ello?
La NASA ha desarrollado varios materiales y tecnologías avanzadas para mejorar la durabilidad y resistencia de las ruedas utilizadas en sus vehículos espaciales y rovers. Por ejemplo, los neumáticos del rover Curiosity de la NASA están hechos de un material compuesto de aluminio y kevlar para resistir el desgaste en el terreno rocoso del planeta Marte.
Sin embargo, lejos de lo que podríamos llegar a pensar en este momento, en realidad ninguno de estos materiales son indestructible y necesitan mantenimiento y reemplazo.