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Primer plano del trapecio de un hombre con una banda terapéutica

Músculo trapecio: anatomía, funciones y causas de dolor

El dolor en el trapecio se debe con frecuencia a la sobrecarga de este músculo o al estrés.

El trapecio se sitúa en la parte superior de la espalda y en la nuca. Está implicado en los movimientos del cuello, los hombros y los brazos, además de en otras funciones como la respiración, de manera complementaria.

De forma más específica,  las funciones del músculo trapecio tienen que ver con el movimiento de la parte superior del cuerpo -en concreto de la escápula (u omóplato) y de la clavícula, esto es, la cintura escapular, situada entre el pectoral mayor y la base del cuello-, así como con el soporte del brazo.

A continuación describiremos los datos claves sobre la anatomía del trapecio, de qué modo lleva a cabo sus funciones y cuáles son las causas típicas del dolor en este músculo.

Anatomía del músculo trapecio

El músculo trapecio se localiza en la parte superficial de la espalda, en la región del cuello y del tórax. Tenemos dos músculos trapecios, uno en cada lado del cuerpo, que vistos de manera conjunta tienen la forma aproximada de un trapezoide; esto explica el nombre que se le da.

El trapecio se extiende entre el hueso occipital del cráneo y la región torácica de la columna vertebral si hablamos de anatomía ósea, o entre la base del cuello y la parte baja del músculo pectoral mayor, centrándonos en la musculatura. 

Para notar la activación del trapecio podemos sostener y mover un objeto más o menos pesado con el brazo derecho mientras con el izquierdo nos tocamos la zona entre el cuello y el hombro derecho.

El músculo trapecio se divide en tres partes: superior, medio e inferior. Cada una de las tres partes del trapecio cumple funciones diferenciadas relativas al movimiento del cuello y de los hombros.

Funciones del trapecio superior, medio e inferior

Las fibras del músculo trapecio tienen como funciones principales  la retracción de la escápula y de la clavícula y la elevación de la escápula  mediante la rotación de la clavícula en torno a la articulación esternoclavicular. 

El trapecio superior es importante para sostener el peso del brazo y para la rotación y la inclinación del cuello. El trapecio medio es clave en la estabilización del hombro al realizar ciertos movimientos, y su función básica es la retracción del omóplato; el trapecio inferior ayuda en esta última acción, rotando y bajando la escápula.

El trapecio cumple también otras funciones menos conocidas. Entre estas podemos destacar el movimiento de doblar la cabeza y el cuello hacia atrás y hacia el lado, en caso de que el hombro se encuentre en posición fija.

Otra función secundaria del músculo trapecio es la de  facilitar la respiración y el flujo del aire inhalado en acción conjunta con otros músculos del cuello y de la región costal y torácica. Las personas con asma bronquial y otros trastornos de la respiración pueden tener problemas en el trapecio por exceso de actividad, y es también muy importante para el rendimiento en ejercicio físico que implica la resistencia aeróbica.

Los movimientos necesarios para la masticación, la visión ocular y el equilibrio del cuerpo también dependen en parte (y de forma indirecta) de la acción del trapecio.

El dolor en este músculo y sus causas

Las molestias en el trapecio son relativamente habituales, puesto que muchas personas forzamos sin querer este músculo. Alguno de los síntomas más comunes relativos al trapecio son los siguientes:

  • Dolor en el cuello
  • Dolor en los hombros o en los omóplatos
  • Dolor en la parte posterior de la cabeza
  • Tensión y rigidez en el cuello
  • Reducción del rango de movimiento del cuello y/o los hombros
  • Espasmos musculares
  • Entumecimiento y hormigueo en los brazos

Las principales causas de dolor en el trapecio son  las malas posturas, la tensión física debida a estrés, los golpes y la sobrecarga muscular  debida habitualmente a deportes como la natación o bien al levantamiento de objetos pesados.

La tensión por estrés tiende a acumularse en la región del cuello y los hombros, por lo que el trapecio es uno de los músculos más vulnerables a este fenómeno. El dolor en el trapecio debido a mala postura es particularmente común en personas que pasan mucho tiempo encorvados delante de un escritorio, lo cual puede tensar e incluso llegar a acortar el músculo.

En cuanto a la sobrecarga muscular, un ejemplo relevante es que la tensión en la articulación temporomandibular afecta de manera negativa al trapecio, disminuyendo el flujo sanguíneo a este músculo además de aumentar la probabilidad de dislocación de la mandíbula.

En raras ocasiones el dolor en el trapecio se debe a un desarrollo insuficiente de este músculo. En estos casos la terapia física no es eficaz, y suelen darse también dificultades en el movimiento del omóplato. La parálisis de este músculo también es una causa ocasional de dolor en el trapecio y en el cuello, y también hace que el brazo no se pueda sostener correctamente.