La Dirección General de Tráfico cada vez presta más atención a factores como el exceso de velocidad a través del uso de radares. La presencia de los mismos se puede detectar a través de apps como Waze o Google Maps.
Esto hace que existan dudas sobre si el detector de radares es legal. En este sentido, conocer la ubicación de un radar fijo sí lo es, pues esta es una información que debe ser pública y que la propia DGT publica en su web.
Sin embargo, no sucede lo mismo con otros aparatos, como los detectores o los inhibidores de vehículos. Tenerlos instalados en el vehículo es ilegal e incumplir la normativa puede suponer cuantiosas multas, así como la pérdida de puntos del carné de conducir.
El exceso de velocidad, en el punto de mira de la DGT
Desde la DGT han detectado que uno de cada cinco accidentes de tráfico está relacionado de forma directa con el exceso de velocidad. Esto hace que el organismo preste cada vez más atención a este factor.
Uno de los efectos negativos del exceso de velocidad es el llamado “efecto túnel”. Debido a este, se reduce la capacidad de atención y aparecen problemas como la agresividad, la fatiga, así como la distracción al volante.
El problema de los inhibidores de radar
Con el objetivo de evitar multas, son muchos los conductores que deciden instalar en su vehículo elementos como detectores e inhibidores de radar. Sin embargo, hay que tener claro que estos no suponen una ayuda a la hora de cumplir la normativa de velocidad.
Debido a ello, desde hace tiempo, se imponen diferentes sanciones según el aparato que se utilice con el objetivo de escapar de los radares de la DGT.
¿Qué es el detector de radares?
Las funciones de un detector y de un inhibidor de radares son distintas. En este caso, el detector de radar funciona localizando la presencia de cualquier radar fijo o móvil con bastante antelación. Así, el conductor puede saber cuándo es posible sobrepasar los límites de velocidad y cuándo debe disminuirla.
Utilizarlo, en este sentido, supone una sanción económica de 200 euros y la retirada de tres puntos del carné de conducir. Por otro lado, según la gravedad de la infracción, la sanción económica puede alcanzar incluso los 500 euros.
La multa de la DGT por usar un inhibidor de radar
En la otra parte, tenemos el inhibidor de radar, cuyo uso tiene unas consecuencias aún peores. Se trata de un dispositivo que bloquea la acción del radar. Es decir, este no llega a dispararse ni a realizar la fotografía del vehículo infractor.
Contar con un inhibidor de radar en el vehículo supone una sanción económica de hasta 6.000 euros. Además, también conlleva la retirada de seis puntos del carné de conducir. Por su parte, los talleres mecánicos que lleven a cabo la instalación de estos dispositivos se pueden enfrentar a una sanción de hasta 30.000 euros.
El avisador de radares es legal
Como has visto, tanto los detectores como los inhibidores de radares son ilegales. Sin embargo, no sucede así con el avisador de radar, que sí se trata de algo legal.
El avisador cuenta con una base de datos pública que proviene de fuentes oficiales y lleva a cabo un listado con la ubicación de dichos radares detectados dependiendo de la ubicación del vehículo.
En este caso, la DGT se encarga de publicar y actualizar de manera regular los listados con el objetivo de que los conductores puedan acceder a esta información. Por tanto, utilizarlos no conlleva ningún tipo de problema.